La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, hizo hincapié en la expectativa de una legislatura basada en el diálogo. No obstante, la primera estación crítica para el Ejecutivo se manifiesta en la convalidación, por parte del pleno del Congreso, de tres decretos ley aprobados por el Consejo de Ministros en diciembre del año anterior. Dichas medidas, destinadas a abordar diversas cuestiones, elevan a 142 las actuaciones adoptadas por el presidente Pedro Sánchez desde su llegada a La Moncloa. Este hecho establece un récord en el uso de decretos ley por parte de un presidente en la historia de la democracia española, destacando así la importancia y la urgencia que el Gobierno atribuye a las decisiones tomadas.

A pesar de la investidura de Sánchez con 179 escaños el pasado 16 de diciembre, la realidad actual revela una situación más compleja y frágil. La coalición entre el PSOE y Sumar se enfrenta al desafío de gobernar con tan solo 147 diputados, lo que evidencia una debilidad inherente y un margen de maniobra limitado en comparación con la mayoría absoluta. La dimisión de cinco representantes de Podemos ha exacerbado esta fragilidad, dejando al Gobierno con un ajustado respaldo parlamentario.

Sin embargo, este no es el único reto al que se enfrenta el Gobierno. Un bloque de oposición conformado por 171 escaños, integrado por el PP, Vox y UPN, se erige como un adversario significativo, situándose a escasos cinco escaños de la ansiada mayoría absoluta. Este escenario implica que un solo voto en contra de cualquiera de los partidos aliados al Gobierno puede poner en peligro cualquier votación, subrayando así la necesidad constante de negociar y asegurar el apoyo de, al menos, uno de los cinco partidos minoritarios: Podemos, Junts, ERC, Bildu o el PNV.

Esta dinámica parlamentaria otorga a los partidos minoritarios un poder estratégico y táctico, conscientes de que su respaldo es esencial para la estabilidad gubernamental. Podemos, con cinco escaños, se une a Junts (7), ERC (7), Bildu (6) y PNV (5) como actores cruciales en la aritmética parlamentaria. La habilidad del Gobierno para asegurar su apoyo se convierte, entonces, en un elemento crítico para la viabilidad de su agenda legislativa.

La votación programada para el miércoles, destinada a la convalidación de los tres decretos ley, plantea un desafío significativo. El PP ya ha anunciado su oposición, y Junts y Podemos amenazan con votar en contra, subrayando la necesidad de avances en los ámbitos nacional y social para garantizar estabilidad. Este escenario pone de manifiesto la complejidad de mantener una coalición estable y la necesidad de negociaciones continuas.

En este contexto, solo ERC ha anunciado públicamente su voto a favor, destacando que las medidas propuestas mejoran la vida de las personas. Por otro lado, el PNV se muestra reticente, y Bildu aún no ha revelado su posición, aunque en el PSOE confían en que no generen obstáculos significativos.

La convalidación de un decreto ley requiere una mayoría simple, lo que implica más votos a favor que en contra, sin que las abstenciones computen. Dado que 171 diputados han manifestado su intención de votar en contra, el presidente Sánchez y su coalición deben alcanzar un listón de 172 escaños para asegurar el respaldo necesario. Este respaldo se espera obtener con los votos del PSOE (121), Sumar (26), ERC (7), Bildu (6), PNV (5), Podemos (5), BNG (1) y Coalición Canaria (1).

La complejidad de la situación se manifiesta en la necesidad de mantener el respaldo de todos los partidos mencionados, ya que cualquier deserción podría comprometer el resultado de la votación. La posibilidad de la abstención de los siete diputados de Junts se presenta como una solución plausible para evitar un enfrentamiento directo. Sin embargo, la incertidumbre persiste en el horizonte político, ya que el Gobierno se encuentra ante la difícil tarea de mantener una delicada coalición y asegurar el apoyo necesario para sus propuestas legislativas. El miércoles se antoja como un día clave para la supervivencia y la eficacia del Gobierno de coalición en España.