En un gesto que ha captado la atención tanto nacional como internacional, el presidente en funciones de España, Pedro Sánchez, ha optado por no firmar el comunicado conjunto promovido por Joe Biden y suscrito por los líderes de la Unión Europea en apoyo a Israel.

Esta decisión, tomada en un momento en que Sánchez está inmerso en negociaciones para obtener apoyos cruciales para su investidura, refleja una estrategia cuidadosa para no antagonizar a sus socios prioritarios, muchos de los cuales han manifestado su respaldo público a Palestina y han justificado los ataques de Hamás como respuestas a las condiciones que, según ellos, impone Israel a los palestinos.

La posición adoptada por el líder socialista ha sido notablemente discreta ante los recientes ataques de Hamás a Israel. Sánchez incluso se abstuvo de participar en la reunión sobre el ataque terrorista en Israel, convocada de manera virtual por el presidente Biden, a pesar de que España ostenta actualmente la presidencia rotativa de la Unión Europea. En este encuentro participaron líderes como Emmanuel Macron de Francia, Olaf Scholz de Alemania, Giorgia Meloni de Italia y Rishi Sunak del Reino Unido, todos miembros del G7. Estos mandatarios emitieron un comunicado conjunto expresando un "firme y unánime apoyo" a Israel, condenando tajantemente al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y sus "actos de terrorismo".

La falta de unanimidad en el respaldo a esta postura dentro del Gobierno de coalición presidido por Sánchez es evidente. Isa Serra, portavoz de Podemos, participó activamente en una manifestación en apoyo a Palestina en Madrid el pasado lunes, mostrando las divergencias dentro del ejecutivo.

Esta situación destaca la complejidad de la política exterior española en medio de tensiones internacionales, donde se equilibran las relaciones con socios europeos y la respuesta a las preocupaciones y opiniones internas. La decisión de Sánchez de no firmar el comunicado conjunto refleja su precaución en un momento delicado, cuando la cuestión palestino-israelí despierta pasiones y posturas encontradas tanto a nivel nacional como internacional.