El Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 7 ha emitido un fallo determinante en el caso de tres agentes de la Guardia Civil, donde destaca el principio de igualdad vulnerado por el Ministerio del Interior al otorgarles una condecoración de menor categoría en comparación con sus compañeros. Este dictamen judicial constituye un punto de inflexión en una disputa que ha resaltado la importancia de la equidad en el reconocimiento de méritos en el seno de las fuerzas de seguridad del Estado, según publica The Objective.

La resolución judicial surge tras la estimación de los recursos presentados por los agentes afectados, quienes impugnaron la Orden del 3 de agosto de 2023, por la cual se les concedió inicialmente la Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco. Los demandantes argumentaron que su labor y riesgo asumido no fueron debidamente reconocidos al recibir una condecoración de menor rango en comparación con otros compañeros que desempeñaron las mismas tareas.

La posición de la Abogacía del Estado, en contraposición, se basó en la defensa de la decisión inicial del Ministerio del Interior, alegando que solo los tres agentes demandantes estuvieron en riesgo de perder la vida, justificando así la distinción en sus condecoraciones. Sin embargo, la Audiencia Nacional desestimó este argumento, resaltando que todos los implicados en la operación compartían el mismo riesgo y, por lo tanto, deberían recibir la misma consideración.

El criterio jurídico que ha prevalecido en esta sentencia se fundamenta en la igualdad ante la ley, que constituye un derecho subjetivo de los ciudadanos. De acuerdo con el fallo del Juzgado Central, cualquier diferencia de trato debe ser debidamente justificada y razonable. En este caso, la discrecionalidad del Ministerio del Interior carecía de argumentos sólidos para respaldar la distinción en las condecoraciones otorgadas.

El abogado de los agentes, Antonio Suárez-Valdés, ha criticado enérgicamente la práctica del Ministerio del Interior de denegar sistemáticamente estas condecoraciones a agentes que han arriesgado sus vidas en el cumplimiento del deber. Esta crítica señala una presunta limitación injusta en el reconocimiento a quienes verdaderamente lo merecen, así como una posible desigualdad en el trato dentro de la institución.

Este fallo judicial ha puesto de relieve no solo la importancia de la equidad y la justicia en la concesión de condecoraciones dentro de las fuerzas de seguridad, sino que también ha generado un debate sobre la necesidad de revisar los criterios y procedimientos utilizados por el Ministerio del Interior en este ámbito. La transparencia y la imparcialidad en estas decisiones son fundamentales para mantener la confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad y el orden público en el país.