En el marco de un significativo evento celebrado en La Coruña, Nicolás Redondo, exsecretario general del PSOE en el País Vasco, y Francisco Vázquez, exalcalde de La Coruña, han convergido para expresar de manera contundente sus inquietudes respecto a la actual trayectoria del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Ambos líderes, prominentes en la escena política española, vertieron sus críticas durante la presentación del último trabajo literario de Redondo, titulado 'No me resigno. Populismo, nacionalismo y los retos del socialismo español'. Este evento fue auspiciado por la respetada Tribuna Constitucional Coruñesa, la cual encuentra bajo la presidencia de Vázquez.

En sus declaraciones, Redondo ha abordado diversos temas de relevancia nacional. En primer lugar, cuestionó la constitucionalidad de la amnistía implementada después de las elecciones generales, argumentando que esta medida, lejos de ser un avance, es inconstitucional. En un tono crítico, Redondo afirmó que el gobierno de España no debería negociar su posición en Bruselas, calificando estas negociaciones como una "mercaduría" que se comercia en los pasillos del Congreso. Afirmó con firmeza que es imperativo que el PSOE retome una postura reformista, moderada y sin someterse a lo que él considera "chantajes nacionalistas".

No obstante, Redondo no se limitó a las críticas; también ofreció una visión prospectiva para el partido. Subrayó la importancia de establecer pactos con el centro-derecha, considerándolos "imprescindibles" para la consecución de reformas que, según él, España requiere de manera urgente. Enfatizó la necesidad de un enfoque pragmático, desestimando otras propuestas como "cuentos y pretensiones dictadas por la ambición de unos y otros".

Por su parte, Francisco Vázquez, además de presidir la Tribuna Constitucional Coruñesa, contribuyó con una serie de críticas a la actual conducción del PSOE. Alertó sobre los riesgos que, según él, las políticas actuales representan para la convivencia de los españoles, considerando la amnistía como una continuidad de los indultos y señalando su preocupación por la emergencia de lo que denominó "dos Españas". Acusó al PSOE de haber abandonado sus principios constitucionales, transformándose en un partido de autocracia.

Vázquez también hizo hincapié en un presunto oportunismo político que, desde su perspectiva, busca mantenerse en el poder a expensas de un planteamiento ideológico sólido. Manifestó su inquietud por el resurgimiento de divisiones en la sociedad española, indicando que se están quebrantando los pilares del consenso y el diálogo establecidos durante la Transición.

En resumen, el acto en La Coruña se erigió como un escenario de críticas fundamentadas por parte de dos figuras respetadas dentro del ámbito político español. Mientras Redondo abogó por un PSOE reformista y pragmático, Vázquez alertó sobre la deriva del partido hacia una autocracia, planteando inquietudes sobre la convivencia y el consenso democrático en España. Este evento deja tras de sí no solo reflexiones, sino también el desafío de encontrar caminos que reconcilien las divergentes visiones dentro del PSOE.