En el umbral del nuevo año, el Partido Popular (PP) se encuentra inmerso en un proceso significativo de renovación, marcando así el comienzo de una legislatura que se anticipa como particularmente desafiante. La tarea principal que aguarda al PP es encabezar la oposición en el Congreso frente al Gobierno de Pedro Sánchez, conocido como el 'Gobierno Frankenstein'. Aunque el partido no ostenta la mayoría de diputados, el ejecutivo de Sánchez se mantiene en la Moncloa gracias a una controvertida amnistía destinada a los líderes del proceso independentista catalán, así como a acuerdos políticos que los 'populares' han denominado como "encapuchados".

En este contexto, un alto dirigente de Génova ha compartido con El Debate su perspectiva sobre los desafíos que se avecinan. Según sus declaraciones, la legislatura que se inicia no será sencilla y el PP asume la obligación de realizar una oposición que sea al mismo tiempo firme, sensata y responsable, pero también implacable ante un Gobierno que consideran una amenaza para la democracia.

En la misma línea, este dirigente destaca la importancia de que el PP se constituya como una alternativa de gobierno. Para lograr este objetivo, señala la necesidad de conformar un equipo más amplio, rejuvenecido y feminizado. La intención es establecer una conexión más efectiva con la sociedad española, transformándose así en un partido que refleje de manera más fiel la diversidad de opiniones y experiencias en la sociedad.

En el marco de la crítica al Gobierno actual, este dirigente subraya que, en su opinión, nos encontramos frente al peor Gobierno de la democracia española y que Sánchez ha optado por los peores socios posibles. Estas afirmaciones reflejan la postura firme del PP en cuanto a la necesidad de ofrecer una alternativa política a lo que consideran un gobierno inadecuado.

No obstante, el dirigente de Génova también arroja luz sobre la importancia del "calendario electoral" en este proceso. Las elecciones de 2024, que incluyen los comicios en Galicia, País Vasco, Europa y Cataluña, se presentan como un escenario que podría exponer las contradicciones del Gobierno de Sánchez y poner en entredicho sus pactos actuales con los socios de coalición.

En este sentido, las fuentes de Génova enfatizan que tras los comicios en el País Vasco, el Partido Socialista (PSOE) se verá en la encrucijada de decidir entre respaldar a Bildu o unirse al Partido Nacionalista Vasco (PNV), generando dilemas internos y cuestionamientos sobre la coherencia de la coalición gubernamental.

En el caso catalán, donde las elecciones autonómicas están previstas para finales de 2024 o principios de 2025, Sánchez enfrentará la difícil elección de pactar con Junts, liderado por el prófugo de la Justicia Carles Puigdemont, o con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), encabezado por el indultado Oriol Junqueras. Este escenario se presenta como un desafío para el Gobierno, ya que las fuerzas políticas en Cataluña luchan por la hegemonía y plantean una dicotomía entre ERC y Junts.

Desde el entorno del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se destaca el plan del partido en Cataluña, centrado en ampliar la presencia del PP y configurar un proyecto político abierto, capaz de encajar el discurso a las diversas voces presentes en la sociedad catalana. Esta estrategia refleja la adaptación del partido a la complejidad del escenario político catalán y la búsqueda de una conexión más directa con la ciudadanía.

Por otro lado, las elecciones al Parlamento Gallego, donde el PP cuenta con mayoría absoluta, presentan un caso particular. Sumar, un partido emergente, ha expresado su interés en reconciliarse con Podemos e Izquierda Unida para concurrir juntos, mientras que el PSOE ha nominado a José Ramón Besteiro como candidato. Este último rechazó un ministerio para buscar la presidencia de la Xunta, según reconocen fuentes del PSOE.

A pesar de que las encuestas actuales señalan a Alfonso Rueda, el actual presidente gallego, como el vencedor probable con una nueva mayoría absoluta, se espera una competencia intensa por parte de otros partidos que buscan reconfigurar el panorama político en Galicia. Fuentes de Génova concluyen que el año 2024 es crucial, ya que las elecciones en Galicia, País Vasco, Cataluña y Europa pueden desencadenar un volcán electoral, afectando la estabilidad del Gobierno actual y abriendo nuevas posibilidades políticas para el país.