Durante la inauguración del stand de Castilla-La Mancha en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en Madrid, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha emitido declaraciones que reflejan su inquietud respecto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), afirmando que se encuentra "en el extrarradio de la Constitución, a punto de pisar la frontera constitucional". Esta declaración se produce en el contexto del reciente pacto entre el PSOE y Junts para limitar los delitos de terrorismo en la ley de amnistía acordada con los separatistas catalanes.

García-Page, en su intervención, ha subrayado la inexistencia de una distinción válida entre "terrorismo bueno y malo". Aunque ha defendido la posición constitucional del PSOE, ha manifestado su esperanza de que la formación no traspase nunca esa "frontera constitucional", destacando la esencialidad del partido en la estructura constitucional del país.

El líder socialista también ha dirigido su atención al independentismo catalán, indicando que su búsqueda no se limita únicamente a la amnistía, sino que incluye un deseo de "impunidad". García-Page ha ejercido prudencia al sugerir que sería más sensato esperar la versión final del texto o las últimas demandas que puedan plantearse por parte de Carles Puigdemont antes de emitir juicios definitivos sobre el acuerdo.

En un tono que resalta la necesidad de respetar el orden jurídico, García-Page ha insistido en que "no hay terrorismo bueno y terrorismo malo", señalando que la intención de generar terror debe ser evaluada por los jueces y no por los políticos. En este sentido, ha abogado por un respeto escrupuloso a la función de los jueces en la aplicación de las leyes, enfatizando la importancia de evitar que las cuestiones judiciales sean objeto de juicios políticos.

Al responder a la cuestión sobre la validación de los acuerdos por parte de los diputados elegidos en Castilla-La Mancha, García-Page ha enfatizado que los representantes deben rendir cuentas a sus votantes y no estar sujetos a la influencia de líderes regionales. Ha subrayado que las decisiones en los grupos parlamentarios se toman democráticamente mediante votaciones internas, destacando la importancia de defender el voto emitido en estas instancias.

En este contexto, García-Page ha esgrimido su posición sobre la toma de decisiones democráticas en los grupos parlamentarios, afirmando que estas decisiones son reflejo de la voluntad democrática y no deben ser influenciadas por figuras locales o regionales. Ha sostenido que cualquier intento de imponer directrices a los diputados sería perjudicial para la democracia española, enfatizando la necesidad de respetar el proceso democrático interno de los partidos políticos.

En conclusión, las declaraciones de García-Page ofrecen una perspectiva crítica y reflexiva sobre la posición actual del PSOE en relación con la Constitución, así como sobre los acuerdos alcanzados con Junts. La preocupación expresada respecto a la "frontera constitucional" y las consideraciones sobre la naturaleza del terrorismo y la importancia de la independencia judicial añaden matices a un debate político de gran relevancia nacional.