Felipe González, expresidente del Gobierno español, ha lanzado una llamada a la ciudadanía para reaccionar frente a lo que califica como un "ataque despiadado e irracional" contra la Constitución Española. Durante un coloquio celebrado junto al exdirigente socialista Eduardo Madina, organizado por la Fundación Gregorio Peces Barba para conmemorar los 45 años de la Constitución, González mostró su preocupación por la situación actual del marco constitucional del país.

Respondiendo a una pregunta sobre la "salud constitucional" de España, González no dudó en describir la situación como "amenazada", enfocando su crítica en la erosión del respeto a la división de poderes. El expresidente condenó el "ataque absolutamente insolente e intolerable" desde el Congreso contra jueces y fiscales que actuaron en defensa del orden constitucional durante el procés catalán.

El exlíder socialista también arremetió contra la ley de amnistía acordada entre el PSOE y los separatistas catalanes, a la que se refirió como una "autoamnistía" por haber sido redactada por los propios beneficiarios de la medida. Recordó que, en su momento, una propuesta similar fue rechazada por la comisión constitucional, aludiendo a su incompatibilidad con el texto constitucional que prohíbe los indultos generales.

González, visiblemente preocupado, destacó su discrepancia con la dirección actual del PSOE en este asunto, subrayando que su postura no ha cambiado desde su época como presidente. Además, criticó la actitud del actual Gobierno, acusándolo de "gobernar desde la llamada izquierda del PSOE" y comparándolo con el "camarote de los hermanos Marx", en referencia a la gestión de sus socios en el Ejecutivo.

Eduardo Madina, por su parte, compartió la preocupación de González y se mostró igualmente crítico con la ley de amnistía, expresando su incomprensión ante las justificaciones del Gobierno para su tramitación.

González alertó sobre la urgencia de reaccionar ante la amenaza a los "fundamentos de la convivencia" en España y se autodenominó "dinosaurio", refiriéndose a su enfoque en el futuro más que en su propio legado. "Los fundamentos de la convivencia están por debajo de la línea de flotación. Se notan cuando el edificio se viene abajo", advirtió.

Además, el expresidente hizo hincapié en la necesidad de consenso entre las principales fuerzas políticas del país, el PP y el PSOE, para realizar reformas imprescindibles en el marco constitucional. Finalmente, instó a respetar la alternancia democrática y a evitar chantajes políticos que rompan el consenso constitucional. "Las mayorías tienen que respetar a las minorías, y las minorías aceptar su condición de minoría y no emplear su capacidad de chantaje ante mayorías que se dejan chantajear", concluyó González.