Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se ve compelida a reaccionar con premura y determinación ante el anuncio estratégico de Carles Puigdemont de presentarse como candidato en las elecciones convocadas para el 12 de mayo, bajo la consigna de "culminar el proceso independentista". Ante esta declaración, los republicanos se ven en la necesidad imperiosa de recalcar y defender su postura separatista, instando ahora a una negociación sobre el referéndum que, según alegan, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) rechaza.

La figura de Marta Rovira, secretaria general de Esquerra, emerge en escena, incluso desde su exilio en Suiza, para afirmar que mantienen un diálogo constante con el PSOE, incluyendo discusiones sobre la autodeterminación. Rovira subraya que el acuerdo de investidura establece claramente una segunda fase de negociación que contempla la autodeterminación, ya consensuada con anterioridad.

Estas declaraciones entran en conflicto directo con la posición oficial del PSOE, quien niega de manera categórica tales conversaciones referentes al referéndum, insistiendo en que están enfocados en construir un futuro para Cataluña basado en la concordia y grandes acuerdos. En esta línea, Jéssica Albiach, líder de los Comunes en el Parlament, critica la postura de Rovira al promover el referéndum mientras se suspenden las mesas de diálogo.

En respuesta, Rovira defiende la continuidad de la mesa de diálogo para avanzar en la desjudicialización y aplicar la Ley de Amnistía. Estas afirmaciones surgen un día después de que Puigdemont confirmara su candidatura desde Francia, destacando su capacidad para sentar al Gobierno en una mesa de negociación en Suiza.

La reunión "discreta y periódica" entre ERC y el PSOE incluye un mecanismo internacional de verificación, según lo comunicado por los republicanos. Asimismo, se suspende la mesa de negociación entre gobiernos acordada previamente entre Pere Aragonès y Pedro Sánchez, debido a la convocatoria electoral.

Esta respuesta sin precedentes de Esquerra Republicana busca mantener el enfoque político ante la creciente influencia de Junts, liderada por Carles Puigdemont.