En un acto trascendental que marcó el inicio de la XV legislatura, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, tomó la palabra en la apertura solemne de las Cortes. Antes de que Su Majestad Felipe VI pronunciara su discurso, Armengol abordó una serie de temas cruciales que reflejan la complejidad y los desafíos que enfrenta la actual escena política en España.

En su intervención, la también exlíder del Ejecutivo balear destacó la urgencia de que el Parlamento se involucre activamente en la lucha contra la violencia machista y vicaria, considerándola como la "espina dorsal de una democracia". Este énfasis en la protección de los derechos y la igualdad de género resalta la importancia que se le da desde la presidencia del Congreso a cuestiones fundamentales para la sociedad.

Sin embargo, cabe mencionar que el discurso de Armengol no recibió aplausos ni por parte del Partido Popular (PP) ni de Vox, evidenciando la polarización existente en el hemiciclo. Este hecho subraya las tensiones políticas que persisten y la dificultad para encontrar consensos en un contexto político cada vez más fragmentado.

Armengol no solo se centró en la violencia de género, sino que también elogió las leyes de "progreso social". En este sentido, hizo referencia a las dificultades que enfrentó el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para llegar a un acuerdo de Gobierno con los partidos que conforman el bloque conocido como 'Frankenstein'. La presidenta del Congreso resaltó que "la formación del nuevo Gobierno ha necesitado de tiempo, diálogo, negociación y toma de decisiones". Estas palabras reflejan la complejidad y las negociaciones intrincadas que caracterizan la formación de gobiernos en la actualidad.

De manera contundente, Armengol arremetió contra los partidos constitucionalistas de derechas, defendiendo la legitimidad de la mayoría parlamentaria surgida de la voluntad ciudadana expresada en las urnas el 23 de julio. Su defensa de la legitimidad democrática busca contrarrestar cualquier intento de cuestionar los valores democráticos fundamentales, enfatizando la importancia de aceptar los resultados electorales y evitar la distorsión de la realidad.

La presidenta del Congreso también dedicó parte de su discurso a dirigirse a las formaciones que han respaldado el presente Ejecutivo. En un tono conciliador, expresó que "a partir de lo diverso es donde nace un sistema político integrador". Este llamado a la integración y a reconocer la diversidad como un elemento enriquecedor destaca la importancia de construir puentes y buscar soluciones conjuntas en una legislatura que se anticipa llena de desafíos.

Al mirar hacia el futuro, Armengol instó a seguir "adelante con esta legislatura, que sostendrá las tormentas y las alegrías a las que se enfrenten la sociedad y nuestro país". Esta visión optimista, aun reconociendo las adversidades, sugiere un compromiso de la presidenta del Congreso para liderar una legislatura resiliente y receptiva a las necesidades cambiantes de la sociedad.

La presidenta del Congreso también hizo hincapié en la importancia de la legislatura como un elemento indispensable para la libertad de las sociedades. Subrayó la necesidad de vigilar y proteger los derechos de mayorías y minorías, defender el control público de los poderes y hacer transparente el funcionamiento del sistema. Estas palabras refuerzan la idea de que la legislatura desempeña un papel crucial en la preservación de los principios democráticos y en la construcción de una sociedad justa y equitativa.

Además, Armengol resaltó once leyes vigentes en España que, según sus palabras, "han supuesto más derechos para todos y para todas". Destacó que nueve de estas leyes fueron materializadas por el PSOE, mientras que solo dos provinieron de otras formaciones políticas, una del PP y otra de UCD. Entre las leyes mencionadas se encuentran la Ley General de Sanidad, la ley del divorcio (UCD), la despenalización del aborto, la ley para la igualdad efectiva de hombres y mujeres, la ley de pensiones no contributivas, la supresión del servicio militar obligatorio (PP), el matrimonio igualitario, la ley de la dependencia, el ingreso mínimo vital, y la ley de eutanasia, así como la ley de cambio climático y transición energética.

Al concluir su discurso, Armengol dictaminó que "esa es la verdadera política útil y la única huella que tenemos que dejar en nuestra sociedad; progreso social y avances". Esta declaración resume la visión de la presidenta del Congreso sobre el papel esencial de la política en la mejora continua de la sociedad y la importancia de abordar las necesidades de la ciudadanía de manera efectiva.

En resumen, el discurso de apertura de la XV legislatura pronunciado por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, abarcó una amplia gama de temas, desde la lucha contra la violencia machista hasta la defensa de la legitimidad democrática y el reconocimiento de los logros legislativos. Este evento marca el comienzo de una legislatura que se anticipa como desafiante pero también llena de oportunidades para el progreso y la construcción de consensos en la sociedad española.