En u acto de proclamación, Alfonso Rueda, candidato del Partido Popular de Galicia (PPdeG) a la Presidencia de la Xunta, enfatizó la necesidad de un "máximo esfuerzo" y "cero conformismo" entre sus seguidores. Este evento, celebrado en un hotel compostelano que se vio desbordado por aproximadamente 1.500 militantes y simpatizantes, marcó el debut de Rueda como el sucesor de Alberto Núñez Feijóo.

La coyuntura política en la que se desenvuelve el aspirante, en la víspera de las elecciones fijadas para el próximo 18 de febrero, es crucial para el PPdeG. La consecución de, al menos, 38 escaños en el Parlamento gallego permitiría al partido alcanzar su quinta mayoría absoluta desde el año 2009. Es este el marco en el cual Rueda presentó su visión para Galicia, destacando la importancia de mantener la estabilidad en el ámbito estatal.

Arropado por la multitud, Rueda resaltó su compromiso con una campaña que se centrará rigurosamente en las necesidades y problemáticas específicas de Galicia. No obstante, no escatimó en introducir un componente de urgencia y relevancia nacional, advirtiendo contra la posibilidad de que la región se convierta en un "trofeo en la vitrina de La Moncloa" para Pedro Sánchez, aludiendo al riesgo de que Galicia se convierta en "una sucursal del independentismo".

El evento contó con la presencia destacada de Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, como principal representante de la dirección estatal. Aunque Rueda hizo hincapié en la continuidad y contribución de Feijóo, aseguró que este "suma" y estará "muy presente" en la campaña. Un matiz que busca consolidar la unidad interna del partido en un momento estratégico.

En su intervención, Rueda exhortó a sus seguidores a redoblar esfuerzos en el "sprint final", recordándoles que "nada está ganado". En un giro hacia la esfera nacional, cuestionó la política de confianza del gobierno central y expresó cautela ante la propuesta de amnistía. Además, señaló directamente al Bloque Nacionalista Galego (BNG), presentándolo como una fuerza contraria a los valores de una Galicia "con personalidad propia" y "abierta", desmarcándose de un "nacionalismo enfurruñado".

Este evento marca el inicio formal de una campaña que promete ser intensa, tanto a nivel regional como estatal. La estrategia de Rueda parece estar en sintonía con el objetivo de asegurar la estabilidad en Galicia y proyectar una imagen de firmeza y cohesión ante los retos políticos que se presentan tanto a nivel autonómico como nacional.