La Audiencia de Sevilla ha iniciado este lunes el juicio con jurado popular promovido contra el acusado de asesinar en febrero de 2020 a su propio hermano tras dispararle presuntamente con una escopeta en un paraje de la localidad de Los Palacios y Villafranca, hechos por los que la Fiscalía reclama para el encausado un total de 22 años y nueve meses de cárcel.

A la hora de su comparecencia, el acusado, Virgilio C.V., de 43 años a la fecha de los hechos, ha manifestado que aquella noche del 7 de febrero de 2020 se encontraba en su casa en la zona de naves abandonadas de Los Palacios conocida como La Lechera, cuando llegó a la misma su hermano Jesús, de 45 años, solo y portando una escopeta que "era de todos los hermanos", 12 en total.

Mientras la Fiscalía le acusa de haber disparado con esa misma escopeta a su hermano desde su coche y causarle la muerte, amenazando después con tirar también contra su sobrino, que habría estado junto al fallecido; Virgilio C.V. ha asegurado que a su hermano "se le cayó la escopeta en el salón" de la casa, que "estaba oscuro" porque era de noche; ante lo cual él habría recogido el arma del suelo tomándola por la empuñadura, mientras su hermano "tiró del cañón" y entonces el arma "se disparó", según sus palabras.

"Ha sido un accidente", ha asegurado, toda vez que un guardia civil encargado de la investigación ha testificado que el hijo de la víctima declaró a los agentes que vio cómo Virgilio C.V. disparó con la escopeta contra el fallecido desde un vehículo al que había llegado a la zona de La Lechera y después amenazó con dispararle a él también.

Señalando que los agentes descubrieron en el lugar de los hechos "marcas de neumáticos" que habrían asociado al coche del inculpado, este guardia civil ha enfatizado que los investigadores no tuvieron "duda" ninguna de que Virgilio C.V. fue el autor del crimen.

También ha señalado el "miedo" que sentía el hijo del fallecido a la hora de declarar ante los agentes y que ha sido "imposible" localizarle para que testificase en el juicio, porque vive "en la mendicidad", pernoctando "bajo un puente" o en un coche, sin un lugar definido como domicilio como tal.