Durante el debate de investidura en el Congreso de los Diputados, Santiago Abascal, líder de Vox, lanzó fuertes acusaciones contra el presidente Pedro Sánchez, señalando que este lidera un «golpe de Estado» en España. Las declaraciones de Abascal generaron un tenso intercambio en la tribuna de oradores, elevando la tensión en el hemiciclo.

Desde la tribuna, Abascal acusó a Sánchez de encabezar un «golpe de Estado» y de intentar subvertir el orden constitucional, alegando que el PSOE ha firmado un «pacto infame» con un «fugitivo de la justicia», en referencia a Carles Puigdemont. El líder de Vox también denunció la falta de libertad de expresión en la tribuna, rechazando la petición de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de retirar la expresión «golpe de Estado».

«Yo, junto a millones de españoles, acuso al señor Sánchez de liquidar el Estado de derecho, la separación de poderes, la igualdad ante la ley y la convivencia pacífica en nuestra nación», expresó Abascal. Además, lo acusó de «preparar un golpe en connivencia con las minorías separatistas», marcando la gravedad de la situación al afirmar que no se trata de «retórica ni inflamación verbal», sino del «inicio de la tiranía».

Abascal auguró que el Gobierno de Sánchez intentará disfrazar el presunto golpe con «ropajes de legalidad» y, para respaldar sus afirmaciones, hizo referencia a personajes históricos como Chávez, Maduro y Hitler, que llegaron al poder bajo apariencias legales. Ante la solicitud de retirar la expresión «golpe de Estado», Abascal defendió su derecho a denunciar la situación.

La hemeroteca. En la primera parte de su intervención, Abascal citó declaraciones anteriores de ministros del PSOE que rechazaban una eventual ley de amnistía, la cual ahora han acordado aprobar para obtener apoyo separatista. El líder de Vox subrayó que el Gobierno que presidirá Sánchez será, a su juicio, «ilegal».

Respondiendo a las acusaciones de incitar a la violencia, Abascal señaló incidentes contra miembros del PP y denunció intentos de «criminalizar» a los manifestantes.

Criticó al ministro de Interior, Grande-Marlaska, por ofrecer escolta a Puigdemont y reprimir a manifestantes que defienden la Constitución. Además, Abascal pidió a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, que impida la tramitación de la ley de amnistía en el Senado y lo instó a «corregir el error gigantesco» de entregar el Tribunal Constitucional al PSOE en 2021. Advirtió que el PP estaría «colaborando lateralmente con el golpe» si no actúa.

En el cierre de su intervención, Abascal aseguró que Vox no se adaptará a la «nueva normalidad» y utilizará todas las herramientas a su alcance para oponerse al camino emprendido por el PSOE y sus socios.

Confirmó el voto en contra y, junto con los 32 diputados de Vox, abandonó el hemiciclo para unirse a los manifestantes concentrados en la Carrera de San Jerónimo.

Las advertencias al PP. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha manifestado su amenaza de romper las alianzas con el Partido Popular en gobiernos regionales si Alberto Núñez Feijóo no ordena oponerse a la tramitación de la ley de amnistía en el Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta. Abascal instó a Feijóo a que den instrucciones para no tramitar la ley, advirtiendo que, de no hacerlo, entenderían que el PP «colabora lateralmente con el golpe» de Sánchez, lo que afectaría las relaciones entre ambos partidos.

Durante la primera jornada de la investidura, Abascal declaró: «Nos impediría colaborar con ustedes en el resto de las instituciones. Nos lo pondrían muy difícil». Esta amenaza se suma a la tensión política en medio de la tramitación de la ley de amnistía, ya registrada en el Congreso por el PSOE.

La postura de Vox se evidenció cuando los 33 diputados del Grupo Parlamentario Vox abandonaron el hemiciclo al concluir la intervención de Abascal, uniéndose a las manifestaciones contra la amnistía. Abascal y su grupo se dirigieron a los alrededores de la Cámara Baja, específicamente a la plaza de Neptuno, para sumarse a los manifestantes y posteriormente dirigirse hacia Ferraz.

En su intervención, Abascal realizó críticas contundentes, comparando al candidato del PSOE con figuras históricas como Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Adolf Hitler, acusándolo de «maniobrar» desde el poder para socavar la democracia. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, acusó a Abascal de ir «en contra de los cimientos de la democracia» y le pidió retirar tales expresiones, basándose en el artículo 103 del reglamento.

Ante la solicitud de retirar sus declaraciones, Abascal se negó, alegando: «No voy a retirar mi propia palabra e interpretación de lo que está pasando en España». Advirtió que borrar sus palabras sería una acreditación de sus acusaciones, argumentando que incluso los diputados carecen de libertad de expresión en la tribuna del Congreso.

Con los manifestantes. Abascal y los diputados de su partido abandonaron el Pleno de investidura en el Congreso después de la intervención del presidente de la tercera fuerza del hemiciclo. Tras una breve espera en el Patio de Floridablanca, se dirigieron hacia la Carrera de San Jerónimo, específicamente a las vallas de Neptuno, donde se encontraban manifestantes en contra de Pedro Sánchez y su ley de amnistía del 1-O.

Abascal y sus colegas descendieron por la vía pública, la cual estaba completamente cerrada debido a un amplio dispositivo de seguridad. Al llegar a la Plaza Cánovas del Castillo, conocida como Neptuno, cruzaron el vallado lateralmente, bajo la vigilancia constante de agentes de la UIP de la Policía Nacional.

Abascal saludó con la mirada a los agentes del operativo y salió del perímetro para unirse a los manifestantes, quienes coreaban su nombre, sumando más de un centenar.