Santiago Abascal, líder de Vox, anunció hoy que la convocatoria de la Asamblea General, evento que determina la dirección del partido cada cuatrienio, será adelantada al 27 de enero, desviándose así de la fecha originalmente programada para principios de marzo. Este anuncio fue realizado durante una rueda de prensa en la cual Abascal también confirmó su decisión de presentarse como candidato a liderar el partido, subrayando la importancia de la participación de los afiliados, simpatizantes y votantes en este proceso democrático interno.

Abascal, en un tono serio y comprometido, calificó como "imprescindible" que los miembros de Vox alcancen un "estado de consciencia colectiva" respecto al momento crítico que, según él, atraviesa España. Subrayó la necesidad de que la base del partido se una para estar "a la altura de las circunstancias" y enfrentar los desafíos políticos y sociales que se avecinan.

Además de la modificación en la agenda interna de Vox, el presidente del partido también abordó otros temas destacados. Anunció que hoy se revelará el nombre del candidato que Vox presentará para las elecciones gallegas programadas para el 18 de febrero. En este contexto, Abascal expresó la firme determinación del partido de desempeñar un papel decisivo en la configuración de la mayoría absoluta y en la implementación de políticas que buscan transformar Galicia.

En un giro marcado por la confrontación política, Abascal mantuvo una postura firme contra Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular en Galicia. Criticó la estrategia seguida por Feijóo durante la campaña electoral y lo acusó de ser un "balón de oxígeno y tabla de salvación" para Pedro Sánchez, líder del Partido Socialista. Abascal también reprobó los pactos entre el PP y el PSOE en comisiones parlamentarias, así como otros acuerdos que podrían llevar a un blanqueamiento del gobierno actual.

El líder de Vox auguró un año "muy difícil" tanto para España como para su partido, anticipando campañas mediáticas adversas, reprobaciones y posibles intentos de división interna. No obstante, mostró confianza en la fragilidad del gobierno actual, que él calificó como "ilegal" y "extremadamente frágil y precario". Abascal sugirió que la oposición, respaldada por todas las fuerzas parlamentarias, sociales e institucionales, podría obstaculizar la continuidad del gobierno hasta el final de la legislatura.

Durante la rueda de prensa, Abascal también abordó la reciente controversia relacionada con la piñata de Ferraz y la denuncia interpuesta por el PSOE, señalando a Vox. Criticó la "victimización" del gobierno y cuestionó su asociación con Bildu, un partido vasco vinculado a actos de terrorismo. Asimismo, reprochó las reformas legales propuestas por el gobierno, especialmente aquellas destinadas a desproteger la Corona y los símbolos nacionales.

En resumen, la declaración de Abascal revela una serie de movimientos estratégicos en el seno de Vox, marcados por la anticipación de la Asamblea General, la confirmación de su candidatura, y la determinación del partido en desempeñar un papel crucial en las elecciones gallegas. Este anuncio también refleja la postura firme de Vox frente a la situación política actual, anticipando un año lleno de desafíos y tensiones, tanto dentro del partido como en el panorama político nacional.