La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha admitido este martes, en relación al debate interno sobre si se debe pactar o no con Vox en Castilla y León, que en el partido hay "tantas almas" como miembros y cargos de la formación, pero en este caso es el presidente en funciones y candidato a la reelección, Alfonso Fernández Mañueco el que debe decidir sobre esos pactos tras los comicios.

Dentro del PP hay distintas opiniones sobre qué estrategia seguir con Vox tras los resultados en Castilla y León. Mientras que la dirección nacional del PP y algunos 'barones' del partido rechazan un gobierno de coalición con la formación de Santiago Abascal, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, deja abierta esa puerta: "Que no nos importe lo que opine la izquierda sobre nuestros pactos".

En una rueda de prensa en el Congreso, tras la reunión de la Junta de Portavoces, Gamarra ha recalcado que esa decisión "corresponde a quien ha ganado las elecciones", que es Mañueco, que es la persona que tiene "la confianza de los castellanos y leoneses para que aborde el futuro".

"Creo que en estas elecciones ha habido un único ganador, que es el PP, y muchos perdedores: el PSOE, Podemos, Ciudadanos, España Vaciada... todos aquellos que no han conseguido ser los que ganen estas elecciones", ha manifestado.

Tras apelar a la "responsabilidad", la dirigente del PP ha indicado que ahora debe garantizarse un diálogo de Mañueco con las formaciones que han obtenido representación parlamentaria, en el que "lo único que tiene que primar son los intereses de Castilla y León".

RONDA DE CONTACTOS DE MAÑUECO

La portavoz del Grupo Popular en el Congreso ha insistido que, en el marco de esas conversaciones, a quien corresponde tomar esas decisiones es a Mañueco, quien, a su entender, optará por "lo que sea mejor para los intereses de Castilla y León".

Preguntada entonces si hay "dos almas" dentro del PP sobre si se debe gobernar o no con Vox, Gamarra ha respondido: "En el PP hay tantas almas como miembros del PP. Cada uno es muy libre de tener la posición que considere, pero en este asunto solo hay un alma y es aquel que tiene que liderar el gobierno de Castilla y León".

En este sentido, ha reiterado que es Mañueco el que tiene "en su mano la responsabilidad de tomar unas decisiones" sobre pactos tras sus conversaciones con las fuerzas del arco parlamentario. "No me corresponde a mi entrometerme en lo que es una decisión del presidente del PP de CyL y presidente en funciones de esa comunidad", ha abundado.

Después de que Vox haya pedido derogar la ley de memoria histórica o la ley de violencia de género en Castilla y León, ha resaltado que Mañueco "ha sido muy claro" porque las negociaciones las llevará a cabo en el marco de los "principios" que tiene el PP.

Cuestionada después cuál es su "alma" sobre pactar con Vox y si ella cree que hay que pactar o no con ese partido en CyL, Gamarra ha indicado que en este momento no se trata de decir la opinión de cada uno sino que, desde la "responsabilidad", analizar el resultado electoral y "cuál es el mejor marco para la estabilidad y el objetivo que tiene Castilla y León en el futuro".

"Y en ese marco es en el que se habla con todos y se ve qué posibilidades hay de confirmar un Gobierno en minoría, en coalición o como corresponda en cada momento", ha indicado, para añadir que a ella le tocó tomar este tipo de decisiones cuando se presentaba a la Alcaldía de Logroño.

"IGUAL QUE YO PEDÍ LIBERTAD, ES LO QUE PRACTICO PARA OTROS"

Así, ha indicado que la primera vez gobernó la ciudad riojana con mayoría absoluta pero luego gobernó en minoría al considerar que era "la mejor fórmula para la estabilidad" de Logroño. Según ha añadido, no se "entrometió nadie" en su toma de decisiones y ella buscó de garantizar "con la mejor fórmula" el mandato que le habían dado los logroñeses.

"Igual que yo pedí en su momento libertad y tomé yo mis decisiones, teniendo muy claro que tenía una responsabilidad y que era un mandato que me habían dado a mi los logroñeses, es lo que practico para otros", ha resaltado, para insistir en que esa responsabilidad ahora es de Mañueco.