El grupo parlamentario Vox, representado por su portavoz en el Congreso, Pepa Millán, anunció hoy la presentación de una proposición de ley destinada a reformar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta propuesta, que constituye la pieza central de la agenda económica de Vox en el Parlamento, busca instaurar un sistema tributario más simplificado y ajustado a las necesidades del país.

La iniciativa propone la reducción del IRPF a dos tipos impositivos distintos: un 15% para rentas inferiores a 70.000 euros y un 25% para rentas superiores. Además, se contempla una exención de hasta 22.000 euros anuales, sin importar el número de pagadores.

Según Millán, esta medida responde a la necesidad de simplificar el sistema tributario actual, caracterizado por su progresividad basada en los ingresos. En palabras de la portavoz, "España necesita una reforma fiscal que estimule la actividad económica y promueva la creación de empleo".

La propuesta incluye también incentivos a la natalidad, con una reducción de cuatro puntos en el IRPF por cada hijo. De esta manera, se busca fomentar la natividad y apoyar a las familias en su desarrollo económico.

Sin embargo, la propuesta de Vox conllevaría una significativa reducción en los ingresos fiscales, estimada entre un 30% y un 45% respecto a la recaudación actual. Para compensar esta merma, el partido propone realizar recortes en el gasto político, describiéndolo como "el mayor recorte" realizado en la historia democrática del país.

Millán criticó el actual panorama de gasto público, señalando la existencia de subvenciones directas que ascienden a 30.000 millones de euros y la posibilidad de reducir los desembolsos del sector público en 60.000 millones mediante una gestión más eficiente. "No falta dinero, sobran formas de derrochar el dinero de todos los españoles", afirmó la portavoz.

En este contexto, Vox subraya la urgencia de acabar con el gasto superfluo y reducir la carga impositiva. Según sus análisis, la presión fiscal en España ha aumentado casi tres puntos entre 2018 y 2022, situándose como la segunda más alta de la Unión Europea.