Telefónica ha revisado a la baja la cifra de empleados afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), estableciéndola en 3.959, lo que supone una reducción de más de 1.000 personas respecto a la estimación inicial de excedentes de personal.

Esta modificación se acerca al número de trabajadores mayores de 55 años que cumplen con los requisitos para abandonar la empresa. La naturaleza del despido colectivo se parece cada vez más a un plan de prejubilaciones, pero las condiciones propuestas por la compañía han generado descontento sindical, siendo consideradas menos favorables en comparación con planes anteriores.

Telefónica ha presentado un plan de salidas para empleados de 55 años, ofreciendo el 60% de su salario hasta los 63 años y un 30% hasta los 65. Estas condiciones contrastan con el 68% del salario propuesto en el Plan de Suspensión Individual (PSI) anterior. Para empleados más veteranos, nacidos entre 1965 y 1967, la oferta disminuye al 55%, y para aquellos nacidos en 1964 y años anteriores, al 50%.

Las primeras reacciones sindicales han rechazado las condiciones, afirmando que "no habrá acuerdo con esta oferta", considerando las cifras como un despropósito y alejadas de acuerdos previos. Además del salario, Telefónica propone cubrir el seguro de riesgo de los empleados hasta los 61 años y asumir el 40% del coste de la póliza básica hasta la misma edad.

Los planes de salida de Telefónica, denominados a menudo como 'prejubilaciones de oro', han tenido históricamente costes para la empresa cercanos al medio millón de euros por empleado. La propuesta actual podría modificar sustancialmente estos costes, dependiendo de las negociaciones sindicales en curso.