El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha anunciado una medida en el ámbito de la política de vivienda. Durante un evento sobre vivienda en Dos Hermanas (Sevilla), Sánchez declaró que el Consejo de Ministros abordará en su próxima reunión la eliminación del visado de oro, comúnmente conocido como 'golden visa', dirigido a extranjeros no residentes en la Unión Europea que invierten una suma considerable, superando los 500.000 euros, en bienes raíces en España.

Esta decisión, que será discutida a partir del informe presentado por la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, representa un cambio importante en la política de inmigración y de inversión extranjera en el país. En palabras de Sánchez, la eliminación de este visado busca garantizar que la vivienda sea considerada como un derecho fundamental, en lugar de ser vista únicamente como un bien de inversión y especulación.

El presidente destacó que la concesión de la 'golden visa' está estrechamente ligada a la inversión en el sector inmobiliario, representando cerca del 94% de los visados concedidos a inversores extranjeros, lo que evidencia la importancia de esta medida en la regulación del mercado de la vivienda y la estabilidad económica.

Sánchez también mencionó que ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Palma de Mallorca y Valencia son las más solicitadas por los inversores extranjeros para este tipo de operaciones, lo que coincide con el hecho de que estas zonas están experimentando una fuerte demanda de vivienda y, por ende, una mayor presión sobre los precios del mercado inmobiliario.

El presidente enfatizó que su gobierno está comprometido con la prioridad de garantizar el acceso a una vivienda asequible para todos los ciudadanos españoles, y subrayó la necesidad de que nadie tenga que destinar más del 30% de sus ingresos para adquirir una vivienda digna y de calidad. Asimismo, resaltó el enfoque de su gobierno en promover la función social de la vivienda, con el objetivo de reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de vida de la población.

En este sentido, Sánchez criticó el modelo de inversión especulativa en vivienda, señalando sus efectos negativos en la sociedad, especialmente en lo que respecta a la exclusión de muchos jóvenes y familias del mercado de la vivienda debido a la inaccesibilidad económica. En cambio, abogó por un modelo de inversión productiva que fomente la innovación y genere empleo de calidad.

El presidente hizo hincapié en que España debe convertirse en un país atractivo para la inversión productiva y el desarrollo económico sostenible, en lugar de ser un destino para aquellos que buscan especular con el mercado de la vivienda. En sus palabras, el objetivo es "poner la alfombra roja" para aquellos que contribuyan al crecimiento económico y la creación de empleo en el país.

En cuanto a los esfuerzos del gobierno en materia de vivienda, Sánchez destacó el esfuerzo inversor sin precedentes que se ha realizado para promover la vivienda asequible en todo el país. En particular, mencionó que desde el año 2018, en Andalucía se han destinado 1.500 millones de euros a políticas de vivienda, lo que ha dado como resultado la construcción y rehabilitación de miles de viviendas, así como la implementación de programas de apoyo al alquiler joven.

A pesar de estos avances, el presidente reconoció que aún queda mucho por hacer para abordar los desafíos en el acceso a la vivienda, especialmente para los jóvenes y las familias con bajos ingresos. Sin embargo, reafirmó el compromiso de su gobierno en cerrar la brecha con la media europea en términos de disponibilidad de vivienda pública y en garantizar el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda digna y asequible.