La dirección de Bridgestone en España ha presentado su propuesta para la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en sus plantas de Burgos, Basauri, Usansolo, y Puente San Miguel, afectando a unos 2.814 trabajadores, con la fábrica cántabra siendo la más impactada.

La medida, que se implementaría desde diciembre de este año hasta 2024, ha generado preocupación entre los trabajadores por la extensión de los paros en todas las plantas. En Cantabria, la fábrica de Puente San Miguel enfrentaría 104 días de parada, distribuidos de enero a septiembre del próximo año.

La dirección de la compañía justifica la necesidad del ERTE debido al exceso de stock en los almacenes y la previsión de una reducción de pedidos, todo ello en medio de la incertidumbre y la imprevisibilidad del mercado. La intención es garantizar la eficiencia y competitividad de las plantas para asegurar su futuro.

El comité intercentros ha expresado su preocupación por la extensión de los paros en todas las plantas. Los sindicatos analizarán la documentación proporcionada por la dirección para entender las razones detrás de la decisión y buscarán explicaciones sobre la situación actual en comparación con el pasado año, cuando también se implementó un ERTE.

Uno de los sindicatos cuestiona las decisiones de la empresa, especialmente en relación con la realización de horas extras y la denegación de días adicionales por razones de productividad a lo largo del año. Si no encuentran respuestas a estas cuestiones en la documentación proporcionada, considerarán que las decisiones de la empresa buscan maximizar los beneficios a expensas de los empleados y las arcas públicas.

Otro sindicato destaca la importancia de llevar a cabo la negociación con análisis y prudencia, evitando estridencias innecesarias. Otro más muestra preocupación y demanda una explicación más detallada de las causas que han llevado a esta situación.