El constante azote del lobo a las explotaciones ganaderas de Cantabria, con un episodio reciente en Ruiloba donde ocho ovejas fueron víctimas, ha llevado a Pablo Palencia, Consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, a demandar del Gobierno de España una revaluación urgente del estatus de protección del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). La incidencia, que ocurrió en las inmediaciones de la productora Bodegas Miradorio, ha puesto de relieve la creciente problemática que estos animales representan para las zonas rurales y costeras de la región.

Durante su visita a la finca, a escasos 1 kilómetro del núcleo urbano de Ruiloba, Palencia manifestó su apoyo a los dueños de la bodega, Gabriel Bueno y su hijo, subrayando el impacto negativo de los ataques en la viabilidad de proyectos agrícolas familiares y sostenibles. La bodega, que promueve una viticultura regenerativa mediante el pastoreo de ovejas, ha visto comprometido su esfuerzo por producir un vino ecológico distintivo de Cantabria.

"Es un problema social", advirtió el consejero, destacando la cercanía de los ataques a las zonas pobladas y la amenaza que esto representa para la comunidad. Criticó la "política absurda" del Ministerio, acusándolo de no salvaguardar los intereses de los productores rurales, y contrastó la situación con Francia, donde se permite un control poblacional del lobo que favorece el equilibrio ecológico.

Palencia reiteró su compromiso de dialogar con el Ministerio para modificar el actual estatus de protección del lobo, un tema que, según él, está perjudicando tanto la economía local como el ánimo de las nuevas generaciones interesadas en la agricultura. Con la economía y el futuro de la ganadería en juego, el llamado a la acción es claro: revisar la protección del lobo