El primer pago abonado en febrero del gravamen extraordinario sobre las entidades de crédito correspondiente a 2023 se ha incrementado en un 32,3%, alcanzando la cifra de 843 millones de euros. Este aumento significativo ha sido impulsado por los beneficios récord obtenidos por los bancos españoles el pasado ejercicio.

Según los últimos datos de ejecución presupuestaria publicados por el Ministerio de Hacienda, este gravamen temporal ha experimentado un importante aumento en la recaudación. Este tributo, inicialmente previsto para los ejercicios 2022 y 2023 pero extendido a 2024, tiene la intención de convertirse en un impuesto permanente por parte del Gobierno, según publica El Debate.

En su primer año en vigor, la banca española desembolsó 1.264 millones de euros por este tributo, principalmente liderado por CaixaBank, BBVA, Santander, Sabadell y Bankinter.

"El impacto de este gravamen se ha hecho evidente en el primer pago a cuenta del ejercicio 2023, abonado en febrero de este año. Este pago representa la mitad del total y ha generado una recaudación de 843 millones de euros, un 32,3% más respecto al ejercicio anterior", afirmó un portavoz del Ministerio de Hacienda.

El resto del pago se liquidará en septiembre, completando así el compromiso tributario de las entidades bancarias para el ejercicio 2023.

Por otro lado, la recaudación del primer pago correspondiente al ejercicio 2023 del gravamen temporal energético se redujo en un 25%, alcanzando los 612 millones de euros. Esto está en línea con la disminución de los beneficios sufridos por estas compañías en comparación con el ejercicio 2022.