En la radiografía laboral que presenta la estadística oficial, la situación del empleo en España se revela más compleja de lo que sugieren las cifras. Aunque el desempleo se analiza a través de la Encuesta de Población Activa (EPA) y los registros de los Servicios Públicos de Empleo, existen dimensiones ocultas, como los trabajadores a tiempo parcial ansiosos por jornadas más extensas y los desalentados que abandonan la búsqueda de empleo, sumando un total de dos millones de personas. Adicionalmente, se deben contabilizar los 2,9 millones de parados registrados en la EPA del segundo trimestre.

La última estadística también revela la precariedad laboral en la nueva modalidad de fijos discontinuos, equiparados a los temporales, sin opciones de acceder a contratos de alquiler o hipotecas para vivienda. Este grupo, que incluye empleados que trabajan incluso menos de una hora a la semana, ha experimentado un alarmante aumento del 53%, pasando de 1.094.000 personas en el segundo trimestre de 2019 a 1.675.000 personas en el último trimestre.

La brecha de género también se manifiesta en las cifras, con un incremento de 489.000 a 791.400 varones desempleados y de 595.200 a 884.000 mujeres desempleadas entre el segundo trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2023.

El impacto en los salarios también es evidente. Según datos de la Seguridad Social analizados los indefinidos ordinarios tenían una base de cotización de 2.395 euros en marzo de 2023, 957 euros más que los fijos discontinuos. Asimismo, los temporales a tiempo completo ganaban 659 euros más que sus homólogos fijos discontinuos.