El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, ha externado su preocupación ante los hallazgos presentados por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en su más reciente informe. En dicho documento, se revela un significativo incremento en el número de desempleados, lo que ha suscitado inquietud en el ámbito empresarial y ha suscitado críticas hacia la transparencia del Ministerio de Trabajo.

Durante una reunión con la Junta Directiva de la Confederación Regional de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), presidida por Ángel Nicolás, Cuerva expresó sus reservas respecto a las políticas gubernamentales vigentes, que según él, dificultan la colaboración efectiva entre el sector empresarial y las autoridades. Enfatizó que el aumento del desempleo no parece ser la vía idónea para abordar los retos económicos del país.

La falta de transparencia en la gestión de datos laborales fue uno de los puntos clave abordados por Cuerva, quien considera que este aspecto es fundamental para la toma de decisiones informadas en el ámbito empresarial. Esta opacidad, según sus palabras, socava la credibilidad de las estadísticas oficiales y genera incertidumbre en el sector.

Un tema recurrente durante la reunión fue la escasez de mano de obra, a pesar de la elevada cifra de desempleados registrada. Cuerva subrayó la dificultad que enfrentan las empresas para cubrir vacantes en diversos sectores y regiones del país, lo que sugiere una desconexión entre las políticas de empleo y las necesidades reales del mercado laboral.

El presidente de Cepyme también abordó otros desafíos que enfrentan las empresas españolas, como el aumento de costos operativos que no se reflejan en el crecimiento de las ventas, la persistente morosidad, las dificultades de acceso al crédito y la complejidad burocrática que dificulta la actividad empresarial.

En cuanto a la productividad, Cuerva lamentó el descenso registrado en el último trimestre del año anterior, así como la disminución acumulada en los últimos cinco años, lo que contrasta con el panorama europeo de crecimiento en este indicador. Este deterioro, en su opinión, pone en riesgo la competitividad del tejido empresarial español a largo plazo.

Ante este panorama, Cuerva instó al gobierno a priorizar los intereses de las empresas en la elaboración de nuevas normativas. Subrayó la importancia de colocar a las empresas en el centro de las políticas económicas y evitar medidas que obstaculicen su desarrollo y crecimiento.

En resumen, el análisis presentado por Cuerva refleja una preocupación generalizada en el sector empresarial español respecto a la evolución del mercado laboral, la transparencia en la gestión de datos y los desafíos estructurales que enfrentan las empresas en su día a día. La llamada a una mayor consideración de las necesidades empresariales en la formulación de políticas públicas se erige como un punto clave para afrontar los retos económicos actuales y futuros.