En una rueda de prensa llevada a cabo para presentar el Barómetro de ATA 2024, Lorenzo Amor, presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, declaró el miércoles que la CEOE no participará en el acuerdo sobre el salario mínimo interprofesional (SMI). La razón principal es la falta de atención a los requisitos planteados en la negociación, específicamente la indexación del SMI a los contratos públicos y bonificaciones para el sector agrícola.

Amor expresó que, aunque estarán presentes en futuras reuniones convocadas, ya han dejado clara su posición. Afirmó que no cederán al chantaje, destacando que el diálogo social no debe incluir amenazas ni chantajes. Enfatizó que la postura de la CEOE ha sido coherente, proponiendo un aumento del 3% para el SMI y un adicional 1% si se supera la inflación, en línea con lo acordado con los sindicatos en pactos anteriores.

La controversia surge debido a un nuevo criterio introducido sorpresivamente por el Ministerio de Trabajo en la última reunión, según Amor. Este criterio plantea un aumento del 4% en el SMI o enfrentar consecuencias. Amor criticó esta táctica, preguntándose si significa que, en caso de desacuerdo, los trabajadores enfrentarían un aumento del 5%.

La próxima reunión entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales está programada para el próximo viernes. El rechazo de la CEOE implica que el Gobierno deberá buscar un pacto con los sindicatos para la actualización del SMI, que actualmente se sitúa en 1.080 euros al mes por catorce pagas. Amor reveló que la esperanza de alcanzar un acuerdo se ha desvanecido debido a la negativa a indexar el SMI a los contratos públicos, una medida que, según él, contaba con el respaldo del Ministerio de Trabajo pero fue rechazada desde Hacienda.

En cuanto al impacto de un posible aumento del SMI, Amor destacó que esto afectaría principalmente a sectores como el de los cuidados y el Régimen del Hogar, provocando pérdida de trabajadores y actuando como una barrera para la incorporación de jóvenes al mercado laboral.