En la última reunión, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés, manteniendo la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 4,50%. Este anuncio significa la tercera reunión consecutiva en la que el BCE opta por no modificar las tasas de interés, después de haber llevado a cabo diez subidas consecutivas que situaron el precio del dinero en su nivel más alto en más de dos décadas.

La decisión del BCE de mantener los tipos intactos se produce en un contexto macroeconómico marcado por diversos factores. En cuanto a la tasa de inflación interanual de la zona euro, esta alcanzó el 2,9% en diciembre, medio punto porcentual por encima de la subida de precios registrada el mes anterior y la lectura más alta desde octubre. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se moderó dos décimas, ubicándose en el 3,4%.

Además, se confirmó que el Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona experimentó una contracción del 0,1% en el tercer trimestre en comparación con los tres meses anteriores, cuando se había registrado un aumento del 0,1%. Este rendimiento económico entre julio y septiembre resultó ser menos favorable que el observado en Estados Unidos, donde el PIB aumentó un 1,3% trimestralmente. Sin embargo, estuvo en línea con el desempeño del Reino Unido, que también experimentó una contracción del 0,1% en el tercer trimestre, según las revisiones de datos realizadas a finales de diciembre.

La pausa en las subidas de tipos de interés por parte del BCE, que había incrementado las tasas en 450 puntos básicos durante el ciclo de subidas iniciado en julio de 2022, ha llevado a algunos analistas, como los del Bank of America, a especular sobre la posibilidad de que el BCE reduzca la tasa de referencia, posiblemente durante el verano. La evolución económica y la inflación seguirán siendo factores clave para las decisiones futuras del BCE.