En el transcurso del año 2023, se ha observado un significativo incremento en la presentación de declaraciones de la renta de manera presencial o telefónica por parte de los contribuyentes españoles. Un total de 1.850.000 personas optaron por esta modalidad, englobadas bajo la categoría de "declaraciones con asistencia personalizada", representando un aumento del 7,18 % en comparación con el año anterior, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por promover la utilización de medios telemáticos.

Este fenómeno cobró relevancia la semana pasada, cuando el Ejecutivo introdujo en la Disposición final segunda de su macrodecreto de fin de año la posibilidad de establecer la obligación de presentar la declaración de la renta de forma electrónica, siempre y cuando se garantice una atención personalizada a los contribuyentes que requieran asistencia. Cabe destacar que el Tribunal Supremo ya había anulado un intento previo del Gobierno para imponer la obligatoriedad de presentar el IRPF por internet, respaldando la postura de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), que argumentaba que la relación electrónica con la administración es un derecho, no una obligación.

En su decreto, el Ejecutivo reconoció la insuficiencia normativa que llevó al rechazo del Tribunal Supremo, proponiendo una modificación basada en la realidad práctica de las últimas Campañas de la Renta, durante las cuales los contribuyentes han utilizado diversas vías de asistencia para presentar sus declaraciones por medios electrónicos.