Tyson Fury consolidó su lugar en la cima del boxeo el sábado por la noche cuando noqueó a Deontay Wilder en el undécimo asalto para defender la versión del Consejo Mundial de Boxeo del título de peso pesado en una contundente contienda de extrema intensidad física y psicológica que ennobleció a ambos hombres. .

El Rey Gitano, cuya carrera parecía haber terminado cuando dejó el deporte durante más de dos años en medio de batallas públicas con la adicción y la enfermedad mental, derribó a Wilder en el tercer asalto, luego se cayó del piso dos veces en el cuarto antes de rugir de cerca. derrota con caídas en el 10 y el 11, cuando el árbitro Russell Mora intervino con el decidido Wilder todavía tratando de ponerse de pie para continuar.

Tyson Fury reza entre lágrimas junto al ring con su hermano, Shane, inmediatamente después de su victoria sobre Deontay Wilder. Crédito: Joe Camporeale / USA Today Sports

"Fue una gran pelea, digna de las mejores trilogías", dijo Fury inmediatamente después. “No pondré ninguna excusa, Wilder es un gran luchador, me dio una oportunidad por mi dinero. Siempre digo que soy el mejor luchador del mundo y él es el segundo mejor. Nunca dudes de mí. Cuando las cosas van mal, siempre puedo cumplir ".

En pocas palabras, fue un clásico de todos los tiempos, uno que estableció la supremacía de Fury sobre su rival estadounidense de una vez por todas después de que su primer encuentro terminó en un disputado empate dividido y el segundo en una victoria por nocaut para el británico. Su tercer encuentro en 34 meses, cada uno de ellos plagado de dramas intensos con no menos de nueve caídas en total, marcó solo la quinta trilogía entre campeones de peso pesado en la historia del boxeo después de Patterson-Johansson, Ali-Frazier, Ali-Norton y Bowe-Holyfield. 

Wilder (42-2-1, 41 KOs), quien se fue como un perdedor 3-1 después de ingresar como favorito en las dos primeras entregas, hizo un esfuerzo concertado para atacar el cuerpo y establecer su posición en el centro del ring. desde la campana de apertura, pero el campeón comenzó a presionar hacia adelante antes del final de la primera y sacudió al estadounidense con un golpe de derecha al final de la ronda que demostró ser una declaración de intenciones siniestra.

Fury (31-0-1, 22 KOs) aceleró el ritmo en el segundo, avanzando hacia el bolsillo y lanzando más golpes en combinación mientras la salida de Wilder retrocedía. Quizás sintiendo el peligro inminente que se avecinaba, Wilder comenzó a buscar conectar con su mano derecha de grado de armas con mayor frecuencia en el tercero, fallando salvajemente con una serie de golpes. La multitud de 15,820 espectadores joviales en el T-Mobile Arena se encendió cuando uno de ellos finalmente encontró apoyo en la sien de Fury, luego se puso en pie de un salto cuando el campeón respondió momentos después para enviar a Wilder a la lona con una combinación de golpes. El estadounidense superó el conteo pero parecía en serios problemas, afortunado de ser salvado por la campana.

Una furia envalentonada abrió la cuarta ronda caminando por su presa herida, ansiosa, quizás demasiado, por cerrar el espectáculo. Pero casi de la nada, el duro Alabaman conectó una derecha mientras estaba en retirada que envió a la montañosa forma de 6 pies y 9 pulgadas de Fury a la cubierta en un montón. Una extraña expresión de abatimiento cruzó el rostro del campeón cuando se puso de pie y Wilder se acercó a la meta en medio de rugidos ensordecedores, golpeando a su oponente al suelo nuevamente momentos después. Fury se puso de pie, quizás ayudado por un conteo retrasado cuando Wilder no fue directamente a su esquina y pudo sobrevivir hasta el final de la ronda.