El dominio del partido no se tradujo en puntos para el Rayo Cantabria en su visita a Santiago. Los pupilos de Ezequiel Loza se adueñaron del cuero ante un adversario con la moral por las nubes y con una confianza ciega en su potencial defensivo, ya que acumula siete partidos sin recibir gol. Un tanto de Darío en los compases iniciales de la segunda mitad acabó siendo decisivo a pesar de que el filial racinguista persiguió la igualada con ahínco hasta el pitido final. El cerrojo del cuadro compostelanista resultó indigesto para el voluntarioso filial del Racing.

Ambos conjuntos se aplicaron con seriedad en las labores defensivas en el primer acto. El Rayo Cantabria fue a más con el paso de los minutos y, después de tapar las bandas de los locales y de desconectar a los futbolistas de vanguardia del conjunto santiagués, asumió la iniciativa y tuvo el dominio territorial. No obstante, las ocasiones tardaron en llegar.

A los 32 minutos, tras un córner botado por Mario, el balón cayó entre un barullo de jugadores en el punto de penalti, pero el Rayo fue incapaz de encontrar un rematador. El Compostela, incómodo sobre el césped, se vio obligado a introducir modificaciones para minimizar el daño realizado por los hombres de Loza, que buscaron con insistencia los balones sobre Jorge Delgado para tratar de explotar alguna segunda jugada.

El Compostela adelantó la línea de presión en el tramo final de la primera parte y consiguió recuperar el control del partido. E incluso pudo marcar: un saque en largo de Pato desembocó en un peligroso remate de Cano desde fuera del área que Germán despejó con apuros a córner. Los jugadores rayistas trataron de rebajar las revoluciones del choque en los instantes previos al descanso.

El Compostela subió la intensidad tras el intermedio. Y, a los seis minutos, la insistencia de Darío dio sus frutos ante un Rayo Cantabria que, por primera vez en el partido, careció de contundencia en defensa. Tres remates consecutivos del delantero del conjunto santiagués acabaron con la resistencia de un Germán que hizo lo que pudo en los dos primeros intentos. En el tercero, la zaga, excesivamente blanda, permitió que Darío le robara la cartera y marcara el tanto que decidió la contienda. Un mazazo para el filial santanderino en un choque en el que ambos equipos se esmeraron para no realizar concesiones.

Con el marcador en contra, el Rayo Cantabria monopolizó la posesión de la pelota ante un adversario que se agazapó alrededor de Pato y apenas hizo amagos de estirarse. Un lanzamiento al larguero de Darío fue el bagaje ofensivo de un Compostela que, no obstante, neutralizó los variados y numerosos avances del conjunto visitante. En especial, un remate de Campo a bocajarro, a un minuto del final del tiempo reglamentario, que Pato, felino, repelió a córner antes de que en el saque de esquina Ayoub también se quedar con ganas de festejar el gol.