En una movilización sin precedentes, cientos de agricultores han tomado las calles de Santander, paralizando la capital de Cantabria en una clara protesta contra las políticas agrícolas actuales, que consideran insuficientes y perjudiciales para el sector. Desde las primeras horas de la mañana, tractores y otros vehículos agrícolas han bloqueado las principales vías de acceso a la ciudad, provocando importantes atascos y afectando tanto al transporte público como al privado.

Los manifestantes, convocados por diversas asociaciones agrarias de la región, exigen una revisión de las políticas de precios mínimos para los productos agrícolas, mayores subvenciones y apoyo en la modernización de infraestructuras agrícolas, y un plan de acción claro contra el cambio climático, que cada vez afecta más directamente a sus cosechas.

La paralización de Santander ha llamado la atención no solo a nivel regional, sino también nacional, poniendo de manifiesto la creciente tensión entre el sector agrícola y las políticas gubernamentales. Las autoridades de Cantabria han instado al diálogo, prometiendo una mesa de negociación con los representantes de los agricultores para buscar soluciones a sus demandas.

Mientras tanto, la ciudadanía se ve afectada por el paro, con muchos expresando su apoyo a las demandas de los agricultores, reconociendo la importancia del sector agrícola en la economía local y la necesidad de garantizar su sostenibilidad y competitividad en el futuro.

La protesta, que se ha desarrollado de manera pacífica, está programada para continuar hasta que se establezca un compromiso firme por parte de las autoridades para atender las reivindicaciones del sector agrícola. Los ojos de toda Cantabria están puestos ahora en este conflicto, esperando una resolución que pueda satisfacer a todas las partes involucradas.