08.05.2024 |
El tiempo

Los alcaldes incapaces de parar los botellones que ha originado el cierre noctuno

Los alcaldes de municipios costeros de la zona oriental de Cantabria muestran su preocupación ante el aumento de botellones  que está originando el cierre del ocio nocturno
Varios agentes de la policía local de Santander inspeccionan un coche en parking de El Camello. 0905/2021 SANTANDER
FIN ESTADO DE ALARMA
FOTO NACHO CUBERO
Varios agentes de la policía local de Santander inspeccionan un coche en parking de El Camello. / HARDY
Los alcaldes incapaces de parar los botellones que ha originado el cierre noctuno
Los alcaldes de municipios costeros de la zona oriental de Cantabria muestran su preocupación ante el aumento de botellones por parte de jóvenes que se congregan para divertirse en los primeros compases del verano tras el alivio de las restricciones por el coronavirus, pero que en algunos casos está generando inseguridad ciudadana.

Así, la presencia masiva de personas en el segundo fin de semana de junio desencadenó en Castro Urdiales reyertas con heridos por arma blanca y destrozos de elementos urbanos, por lo que al sábado siguiente la Guardia Civil desplegó en el municipio un dispositivo de seguridad con 91 efectivos.

Ahora el foco se sitúa en Noja, otro municipio en el que aumenta de forma exponencial su población en época estival y donde en las últimas noches se están registrando incidentes derivados por el consumo de alcohol de la vía pública en los que, incluso, la Policía Local no ha intervenido para salvaguardar su propia integridad.

El alcalde, Miguel Ángel Ruiz Lavín, no se explica en palabras el porqué de este "rebrote de quedadas" solo para beber en la calle cuando años atrás no era tan llamativo este fenómeno en el municipio.

"Acaba de comenzar el verano y esta práctica ha empezado muy fuerte, por lo que estamos preocupados por que esto se convierta en algo habitual", ha admitido.

Si bien reconoce que la mayoría de los jóvenes salen a divertirse con "respeto y prudencia", el regidor condena a esos grupos que provocan "desórdenes públicos, alborotos, increpan a los ciudadanos, generan molestias y desórdenes urbanos".

Una circunstancia que se incrementa a partir de las tres de la madrugada cuando finaliza el límite marcado por Salud Pública para el cierre del ocio nocturno.

Para controlar esta situación de inseguridad, el Ayuntamiento de Noja cuenta con una plantilla de 14 policías locales en activo que se incrementarán, sobre el 10 de julio, con una decena de auxiliares de policía.

Sin embargo, el regidor considera "insuficiente" el número de efectivos para velar no solo por el ocio nocturno, sino a la hora de atender otras demandas de una población que crece considerablemente durante el verano.

"Son los medios que podemos aportar", ha asegurado Ruiz Lavín, quien, por ello, pide la colaboración de la Delegación del Gobierno en Cantabria para que refuerce el municipio con efectivos de la Guardia Civil.

Un apoyo que también precisan otros focos turísticos como Laredo y Santoña, cuyos vecinos temen que lo que sucede en Castro Urdiales o Noja pueda trasladarse allí.

En este sentido, el alcalde de Santoña, Sergio Abascal, ha reconocido que el Ayuntamiento "anda justo de efectivos" policiales y que, de hecho, la villa marinera no cuenta con turno de noche por estos motivos que se están intentando subsanar con una convocatoria de plazas de agentes.

Pese a que se están celebrando botellones, sobre todo, durante las madrugadas de los fines de semana, el regidor ha explicado que los casos no son "masivos" como en otros municipios.

"No hay aglomeraciones, ni tampoco se están produciendo graves daños en el mobiliario urbano", ha apuntado Abascal, quien considera que los jóvenes están "malinterpretando" la disminución de las restricciones sanitarias con el "exceso" y ha remarcado que el coronavirus sigue ahí y se demuestra en que el mayor índice de contagios afecta a ese colectivo.

Una opinión que comparte, la alcaldesa de Laredo, Rosario Losa, quien ha apelado a la "responsabilidad" de los ciudadanos para evitar este tipo de concentraciones en las que "no solo se ponen en peligros ellos, sino también sus familiares".

"Es difícil y hay que ponerse en la piel de los jóvenes que llevan muchos meses guardando las formas durante la pandemia, pero tenemos que ser cuidadosos con estas prácticas", ha subrayado la regidora de Laredo, municipio en el que, por el momento, el botellón no está siendo una "alarma" y solo se centra en grupos "esporádicos". 

Los alcaldes incapaces de parar los botellones que ha originado el cierre noctuno
Comentarios