Felipe VI ha destacado "la gran capacidad de transformación y adaptación" de la Universidad y su vocación de servicio en la apertura oficial del curso académico, en el que, según el monarca, debe seguir avanzando para dar respuesta a las necesidades formativas de la sociedad y a las demandas del mercado laboral.

El rey ha inaugurado el curso en la Universidad de Cantabria, que cumple 50 años, en un acto en el que la presidenta de la Conferencia de Rectores, Eva Alcón, ha reclamado más financiación para hacer frente a los retos, y el ministro de Universidades en funciones, Joan Subirats, ha expresado el "compromiso firme" del Gobierno con la mejora de esa financiación.

Más de 1,7 millones de estudiantes han iniciado el curso en 91 universidades españolas -50 públicas y 41 privadas-, que ofrecen más de 9.000 titulaciones, en un año académico marcado por la entrada en vigor de un nuevo marco normativo.

Como ha señalado el rey en su discurso, la nueva ley trata de "establecer vías de solución a algunas de las dificultades más sustanciales de las universidades: recursos económicos, humanos y proyección o recuperación e impacto centran los esfuerzos más inmediatos", ha dicho.

Recibido a su llegada con vivas al rey y a la Constitución desde los balcones, Felipe VI ha felicitado a la Universidad de Cantabria por su medio siglo de vida, una felicitación que ha hecho extensiva a las universidades de Málaga y Córdoba, que también cumplen 50 años.

Para el monarca, durante este curso se debe avanzar en dar respuesta a "las necesidades formativas de la sociedad, que evolucionan con rapidez, y a las demandas del mercado laboral, cada vez más especializadas", entre las que ha citado el aprendizaje a lo largo de la vida, la ciencia, la transparencia, el reforzamiento del papel de las universidades en sus entornos locales o garantizar la educación superior en la España despoblada.

La presidenta de la Conferencia de Rectores y rectora de la Universidad Jaume I de Castellón RUE ha subrayado que a la universidad "no le asustan los retos" y que está dispuesta a abordar los desafíos sociales y científicos, pero ha añadido que para eso "urge una financiación acorde a la magnitud" de esos retos. "Solo con eso podremos proyectarnos socialmente con toda nuestra capacidad transformadora", ha manifestado.

"Los hechos, al menos del momento, no nos permiten ser optimistas", ha valorado Eva Alcón, quien ha señalado que la nueva ley establece una financiación de las universidades públicas hasta el 1 por ciento del PIB nacional, una aumento en torno a los 3.100 millones de euros, pero ha lamentado que es "imprecisa" en cuanto a responsabilidades entre los gobiernos central y autonómico.

"Será imposible que la universidad española pueda competir con sus homólogas europeas si no se produce una clara mejora de recursos", ha advertido en ese mismo sentido el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, quien ha insistido en la urgencia de abordar con la concurrencia de los gobiernos central y autonómicos y las universidades la articulación de ese incremento "significativo" de la financiación.

El ministro de Universidades ha defendido la nueva ley con aspectos como su apuesta por la modernización de la oferta académica, al tiempo que incluye cambios relevantes para una mayor financiación, revirtiendo las dos últimas décadas de desinversión.

Joan Subirats ha abundado en que la nueva norma incluye por primera vez una financiación mínima con respecto al PIB nacional, un "tema central" que, según ha añadido, "implica un compromiso común de todas las administraciones, tanto del Estado y como de las comunidades autónomas para establecer mecanismos para hacer esto posible". "Por parte de este Gobierno el compromiso de mejora de la financiación es firme", ha aseverado.

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha indicado que el Gobierno autonómico y la Universidad de Cantabria trabajan en un programa de financiación plurianual que para "dar estabilidad y durabilidad a los proyectos y construir sobre certezas".

Tras la ceremonia inaugural, a la que han asistido 28 rectores, además de su presidenta, el rey ha firmado en el libro de honor de la Universidad de Cantabria y ha descubierto una placa conmemorativa de sus 50 años.