La Asociación AMA, una entidad comprometida con la defensa de los derechos de los afectados por sentencias de derribo en Cantabria, ha llevado a cabo una destacada movilización en Argoños, bajo el nombre de ‘Procesión de AMA’. Este evento ha congregado a cientos de personas afectadas y simpatizantes, quienes han marchado en un acto de protesta y reivindicación que ha captado la atención tanto a nivel local como regional.

La ‘Procesión de AMA’ no es un evento aislado, sino que representa una lucha persistente que lleva años en marcha. Desde hace décadas, diversas urbanizaciones en Cantabria se han visto afectadas por sentencias de derribo, dejando a cientos de familias en una situación de incertidumbre y precariedad. Las razones detrás de estas sentencias son variadas, pero muchas veces están relacionadas con problemas de legalidad urbanística o ambiental.

En este contexto, la Asociación AMA ha surgido como una voz de esperanza y resistencia para aquellos afectados que ven peligrar sus hogares. La asociación ha trabajado incansablemente para visibilizar esta problemática, presionar a las autoridades y buscar soluciones justas y sostenibles para las familias afectadas.

La asociación que aglutina a los afectados, por derribos han vuelto a denunciar «cómo pasa el tiempo», las décadas, mientras «cientos de familias siguen sin ver reparado el daño causado por las Administraciones Públicas»

La «Procesión de AMA» tiene como objetivo principal denunciar la situación de abandono y desamparo en la que se encuentran muchas de estas urbanizaciones. Durante la marcha, se recorrieron cuatro zonas con viviendas en peligro de derribo, simbolizando el alcance de este problema en diferentes comunidades de la región. Cada parada en el recorrido representaba una estación en este vía crucis de injusticias, donde se hacía eco del dolor y la angustia de las familias afectadas.

La concentración comenzó con un momento de silencio y el encendido de velas en memoria de aquellos que ya no están, recordando a los miembros de la comunidad que han fallecido sin ver reparada su situación. Este gesto emotivo sirvió como recordatorio de la urgencia de encontrar soluciones antes de que sea demasiado tarde para más familias.

Posteriormente, se tomaron la palabra distintas figuras representativas de la comunidad, entre ellas el alcalde de Argoños, Juan Jose Barruetabeña, quien informó sobre la situación actual y los avances en la búsqueda de soluciones. Se destacó el trabajo en la construcción de viviendas de sustitución como una medida para proteger a los afectados, así como la importancia de regularizar las viviendas existentes para evitar nuevos conflictos en el futuro. Por su parte, el presidente de AMA, Antonio Vilela, hizo hincapié en la falta de respuesta por parte de las instituciones ante las iniciativas presentadas por la asociación. Se lamentó la falta de avances y se expresó la determinación de seguir luchando por la justicia y la dignidad de las familias afectadas.

Uno de los puntos más importantes de la protesta fue la demanda de seguridad jurídica para las familias afectadas. Durante años, estas comunidades han vivido bajo la amenaza constante de un posible derribo, lo que ha generado un clima de incertidumbre y estrés entre los residentes. La falta de claridad en cuanto al futuro de sus hogares ha sido un factor determinante en el deterioro de su calidad de vida y bienestar emocional. 

En este sentido, la Asociación AMA ha propuesto medidas concretas para garantizar la seguridad jurídica de las viviendas afectadas, como la regularización de las mismas y la búsqueda de soluciones alternativas para aquellos casos en los que el derribo sea inevitable. Se ha instado a las autoridades a tomar cartas en el asunto y a trabajar en colaboración con las comunidades afectadas para encontrar soluciones justas y viables.

Otro aspecto crucial de la protesta fue la demanda de acción por parte de las autoridades. A lo largo de los años, las familias afectadas han sentido que han sido abandonadas por las instituciones, que no han sido capaces de ofrecer una respuesta satisfactoria a sus necesidades y preocupaciones. La «Procesión de AMA» fue una llamada de atención a las autoridades, instándolas a tomar medidas concretas para abordar esta problemática de manera efectiva y justa.

En este sentido, se destacó la importancia de la colaboración entre las diferentes instancias gubernamentales y la sociedad civil para encontrar soluciones duraderas y sostenibles. Se hizo un llamado a la solidaridad y la empatía hacia las familias afectadas, recordando que esta problemática no solo afecta a los residentes directamente involucrados, sino que tiene un impacto en toda la comunidad.

La manifestación también sirvió como una oportunidad para visibilizar la situación de estas comunidades ante la opinión pública. A través de la cobertura mediática y la presencia en redes sociales, se logró difundir el mensaje de la lucha por la justicia y la dignidad de las familias afectadas, sensibilizando a la población sobre esta problemática y generando un mayor apoyo y solidaridad hacia su causa.

La ‘Procesión de AMA’ fue mucho más que una simple manifestación. Fue un acto de resistencia y dignidad por parte de las familias afectadas, una llamada de atención a las autoridades y a la sociedad en su conjunto. Fue un recordatorio de que la lucha por la justicia y la dignidad no tiene fecha de caducidad, y que mientras haya familias que sufren, la lucha continuará.