25.04.2024 |
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TORRELAVEGA 30 - 36 BIDASOA

Los puntos siguen sin llegar a Torrelavega

El Torrelavega no pudo con un Bidasoa que comenzó a abrir distancias en la recta final del primer tiempo | El equipo de MOzas no fue capaz de frenar el ataque del equipo vasco

Adrián Fernández se midió a su exequipo. / ALERTA
Adrián Fernández se midió a su exequipo. / ALERTA
Los puntos siguen sin llegar a Torrelavega

Ayer tampoco fue el día. La sirena sigue sin sonar. Bidasoa parecía un buen rival para conseguir un triunfo de categoría pero un invitado así, con semejante presencia, lo hace todo más difícil. Hay que jugar un balonmano de altos vuelos para sorprender al equipo vasco, han de funcionar la portería, la defensa y el ataque a un nivel muy alto y ayer sólo funcionó de verdad el equipo naranja buscando al meta rival. Porque no hubo porteros en el Vicente Trueba. Prácticamente todo lo que fue entre palos entró para dentro y por eso la madre del cordero estuvo en levantar una buena pared frente al área que condicionara la búsqueda del paraíso rival. Y ahí ganaron los vascos, que se llevaron dos puntos que no volverán. Como los anteriores. Los torrelaveguenses llevan cero puntos de ocho posibles pero también se han quitado del medio al campeón y al subcampeón del año pasado. Eso también hay que tenerlo en cuenta.

Bidasoa comenzó a abrir diferencias en la recta final del primer tiempo. De hecho, se fue a descansar con la máxima ventaja obtenida hasta el descanso. Ya la había adquirido con el 12-16 pero la recuperó con ese 13-17 conseguido sobre la bocina y que hizo daño al  Torrelavega, ya que al equipo guipuzcoano sólo le quedaba un pase al sacar golpe franco con sólo cuatro segundos por jugar y, aún así, Jon Azkue fue capaz de anotar desde nueve metros. No quedó tiempo para más, sólo para resignarse. Mozas tenía muchas cosas que decir al descanso.

El entrenador madrileño no esperó demasiado y puso a jugar a Popovic, el jugador fichado esta semana para intentar hacer de Gallego, desde el primer momento. Es un especialista defensivo pero le tocó jugar tanto en defensa como en ataque porque Mozas apostó por sacrificar los cambios para intentar imponer ese ritmo alto que le gusta. A Bidasoa también y ambos lo pusieron en práctica de salida, pero dominaron más los errores que los aciertos. De hecho, al marcador le costó avanzar y el equipo guipuzcoano lo hizo, sobre todo, desde el punto de penalti.

Cuatro de los diez primeros goles que anotó Bidasoa fueron desde la línea de los siete metros. Tuvo pleno acierto mientras que el  Torrelavega falló dos de los tres que tuvo antes del descanso. El primero lo falló Jorge Prieto y el segundo Martí Villoria al encontrarse con Harbaoui, que se presentó de manera estelar en el encuentro al aparecer a en el último tramo del primer tiempo para detener tres de los primeros cuatro balones que le lanzaron. Fue, de hecho, una pieza fundamental para que el equipo guipuzcoano abriera esa brecha de cuatro goles. Ninguna de las dos porterías alcanzó el 15% de acierto al final del choque y fue el único que encadenó un par de acciones positivas el que abrió la puerta a su equipo para que se escapara.

Tras un arranque de contienda igualado, la primera renta de dos goles (7-9) la logró Bidasoa tras una buena parada de Jakub Jacek, que fue quien salió de inicio, un rápido gol de Iñaki Cerbero y una pérdida de Prieto tras precipitarse. Sin embargo, el equipo naranja fue capaz de igualar la contienda con los goles de Alonso Moreno y Dani Ramos, que habían entrado en pista al cuarto de hora y que fueron quienes sostuvieron en ataque a los suyos en la segunda mitad del primer tiempo. También Adrián Martínez, que ayer jugaba contra su exequipo y que es capaz de dar otro aire a los suyos cada vez que aparece en pista. Sin embargo, también el conjunto vasco comenzó a anotar con mayor fluidez y eso, combinado con el acierto del portero francés, permitió que el equipo de Jacobo Cuétara empezara a decir adiós.

El segundo tiempo comenzó con un mayor acierto de los ataques sobre las defensas y los porteros. Se produjo todo un intercambio de goles y el marcador avanzó a un ritmo más acorde al ritmo que imponían a su juego ambos equipos. Era algo que le convenía al Bidasoa porque ya tenía una buena renta que administrar. En cinco minutos, el luminoso ya superó la veintena (18-21) pero, a partir de ese resultado, la cosa se empezó a torcer aún más para el equipo liderado por Álex Mozas.

Dos lanzamientos al poste consecutivos de Oswaldo Maestro fueron bien aprovechados por el Bidasoa para conseguir alejar a su rival a seis goles por vez primera (18-24). Tuvo que pedir tiempo muerto Mozas con sólo siete minutos jugados desde el paso por vestuarios porque veía que el partido se escapaba. Al menos, entre todos lograron que el lateral brasileño dijera aquello de ‘a la tercera la vencida’ porque anotó para acortar distancias (19-24). Sin embargo, justamente en la siguiente acción, Popovic fue excluido por una acción defensiva sin discusión y el conjunto visitante lo aprovechó de manera inmejorable para escribir una nueva máxima ventaja de siete goles (19-26). La cosa ya pintaba mal. El parcial era de 1-5.

Quiso reaccionar el  Torrelavega y se puso a cinco (22-27), lo que provocó que Jacobo Cuétara parara el partido al cuarto de hora de segunda mitad. Levantar una desventaja así a una potencia como Bidasoa se antojaba complicado pero los torrelaveguenses no son de los que tiran la toalla. Lo cierto es que los porcentajes de acierto de los lanzadores que vestían de naranja no fueron nada malos pero lo que les costó fue encontrar situaciones de lanzamiento, espacios por donde taladrar la defensa vasca, y colaboración de la portería. Sin la aparición de quienes están bajo palos es difícil contrarrestar el potencial de un equipo como Bidasoa.

El Sinfín, que visita al Cisne, no quiere que el ritmo pare

Es sólo la tercera jornada, pero es un partido importante, un partido que puede marcar mucho. Esta noche (21 h.) se enfrentan el Cisne y el Sinfín en tierras gallegas. Es decir, que cruzan sus caminos dos de los tres presupuestos más bajos de la categoría, un recién ascendido y uno que se salvó de milagro y, en definitiva, dos rivales directos en la pelea por la permanencia. Y lo mejor para sus respectivos intereses es que ambos han comenzado bien, sumando y transmitiendo buenas sensaciones, pero es algo que deberán confirmar hoy, cuando jueguen por dos puntos de los considerados obligatorios.

El Sinfín no conoce aún la derrota a pesar de haber pasado ya por Logroño y de haber recibido a Anaitasuna en su cancha. Precisamente fue el equipo pamplonés el que ganó a Cisne en su primer compromiso, pero la semana pasada dio una de las sorpresas de la jornada al derrotar a Benidorm. Sabía que podía llegar a esta tercera jornada, que ambos entrenadores subrayaron en rojo en cuanto conocieron el calendario, con cero puntos, pero ya tiene dos. El equipo santanderino incluso tiene tres y se ha pasado la semana en segunda posición de la tabla. Ver para creer.

El buen arranque de los hombres de Garabaya les permite jugar hoy por alcanzar cinco puntos. No es ninguna locura pensar en volver con ellos, lo que supondría haber conseguido en sólo tres partidos la mitad de lo que se suele exigir en toda la primera vuelta para afrontar la segunda con ciertas posibilidades de salvación. No es poco, por lo tanto, lo que hay en juego.

El objetivo del Sinfín no será otro que mantener el tremendo nivel de juego e incluso de confianza que ha mostrado en su arranque de temporada, donde le está funcionando el ataque, la defensa y, por encima de todo, una extraordinaria portería a la que está poniendo nombre Mohamed Ali. No siempre va a mantener los espectaculares porcentajes que está teniendo y cuando eso no suceda, todos deberán estar preparados.

Delante habrá un Cisne con una más que interesante primera línea en la que lleva buena parte del peso el central Alexandre Chan. Es un equipo con recursos, con las ideas claras y que, como el Sinfín, intuye que está ante una buena oportunidad para dar un gran salto en su caminar por la competición.

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