Las organizaciones de consumidores continúan con su ofensiva contra la prohibición por parte de los organizadores de acceder con comida o bebida propia, de manera que al usuario solo pueda consumir lo que vendan en el recinto.

Ante las numerosas quejas de los usuarios, muchas de ellas reflejadas en redes sociales, estas organizaciones comparten que la finalidad principal de un festival es la música, no la restauración, por lo que podría tratarse de una interpretación abusiva del derecho de admisión.

La organización de consumidores Facua, sólo en este verano, ha denunciado a organizadores de festivales en Galicia, Comunidad Valenciana y Andalucía, y otros eventos con réplicas en varias ciudades.

Según ha reconocido su portavoz, Rubén Sánchez, en declaraciones a Efeagro, el acceso a la comida y bebida es el principal motivo de estas denuncias.

"Aunque en la inmensa mayoría de las regulaciones autonómicas deja claro que esto es ilegal, que no se puede prohibir la entrada con comida y bebida a un recinto que no se dedica como actividad principal a la hostelería, sino que es secundaria, no hay razones contundentes", ha lamentado Sánchez.

Sin poder cuantificar el número total de quejas tramitadas y las denuncias por este tema, a su juicio hay "pocos casos de multas", porque las autoridades competentes "no se está poniendo las pilas" a la hora de controlar y sancionar, y, en cualquier caso, son "extraordinariamente ridículas", que incluso las empresas lo consideran como un pequeño "peaje" que tiene que pagar.

"¿De qué sirve una multa de 5.000 euros si la empresa gana 50.000?", se ha preguntado Sánchez, tras denunciar que este negocio supone un "beneficio ilícito multimillonario para las empresas".

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS CONSUMIDORES?

Esta organización, que considera esta práctica como un ejercicio abusivo del derecho de admisión, recomienda a los consumidores poner una hoja de reclamaciones y conservar los tiques de los alimentos que adquieran en el interior, para luego exigir su reembolso.

En su opinión, también vulnera la legislación el hecho de no ofrecer acceso a agua potable no envasada en el recinto.

Por su parte, la organización de consumidores OCU ha reclamado que cuando no se permita acceder con comida y bebida de fuera, al menos se permita salir al usuario (y volver a entrar).

LA OCU reconoce que la regulación autonómica de estos eventos y sus restricciones es muy dispar y "en algunos casos lesiona los derechos de los consumidores", una afirmación que realizan tras estudiar las normativas autonómicas.

Por ejemplo, han detectado que hay Comunidades Autónomas como Cantabria, Canarias, Navarra y Cataluña que permiten la prohibición del acceso con alimentos y bebidas del exterior cuando el festival comercializa las suyas propias, para proteger la actividad comercial del empresario.

Otras encuadran esta cuestión dentro del derecho de admisión.

Sin embargo, en otras zonas, como el Principado de Asturias, se garantiza a los consumidores y usuarios el derecho a elegir los productos que deseen consumir y dónde adquirirlos, siempre y cuando durante el espectáculo se permita su consumo.

La vuelta a las ganas de disfrutar de la música en el primer año sin restricciones de ningún tipo ha devuelto otras "canciones" que quedaron silenciados en el parón musical y cultural, con el estribillo de las subida de precios, que alertan al consumidor y les hace preguntarse cada vez más por sus derechos, una vez recuperado el de compartir.