HAITÍ CRISIS
Despliegue de fuerzas de élite de EE.UU. en Haití ante la escalada de violencia
Una unidad especial de Marines antiterroristas llega a Haití para reforzar la seguridad de la embajada estadounidense en medio de una crisis sin precedentes, marcada por el caos de las bandas y la inestabilidad política. La medida, urgida por la intensificación de los disturbios y el vacío de poder, subraya la preocupación de Washington por la seguridad de su personal y ciudadanos en el volátil entorno haitiano.
Greg Norman y Liz Friden, de Fox News, informaron el 14 de marzo que, según el Comando Sur de EE.UU., el despliegue responde a una solicitud del Departamento de Estado, buscando no solo proteger la representación diplomática sino también prepararse para una posible evacuación de no combatientes, si la situación así lo demanda.
El Comando Sur de EE.UU., a través de la general Laura Richardson, ha declarado ante el Comité de Servicios Armados del Senado que están "listos en cualquier momento para cualquier tipo de crisis", habiendo tomado "todas las medidas necesarias" para la activación de sus planes de contingencia.
El despliegue del Equipo de Seguridad Antiterrorismo de la Flota de Marines de EE.UU. (FAST), tiene como propósito no solo asegurar la embajada sino también relevar a los marines que actualmente se encuentran en la misión, una práctica común en zonas de alta tensión.
Mientras tanto, la Embajada de EE.UU. en Puerto Príncipe mantiene sus puertas abiertas, centrando sus operaciones en la asistencia a ciudadanos estadounidenses y en apoyar los esfuerzos liderados por haitianos para lograr una transición pacífica del poder.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha admitido no tener una cifra exacta de cuántos estadounidenses residen actualmente en Haití, recordando que desde 2020 el país ha sido catalogado como nivel cuatro en términos de advertencias de viaje, instando a los ciudadanos estadounidenses a evitar viajar o permanecer allí.
La situación en Haití continúa escalando, con bandas armadas tomando control de vastas zonas del país. La renuncia del primer ministro Ariel Henry, anunciada el martes, responde a la creciente presión internacional y abre un nuevo capítulo en la busca de una salida a la crisis política que asola al país.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha enfatizado que la crisis en Haití requiere de una solución coordinada a nivel internacional, subrayando que el sufrimiento del pueblo haitiano solo podrá mitigarse mediante la instauración de una democracia funcional y la provisión de asistencia humanitaria y para el desarrollo.
El despliegue de esta unidad antiterrorista en Haití no solo refleja el compromiso de EE.UU. con la seguridad de sus ciudadanos y personal diplomático sino que también subraya la complejidad de la crisis haitiana, un entramado de violencia de bandas, inestabilidad política y desafíos humanitarios que exige una respuesta internacional conjunta.
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La Policía Nacional se encuentra de guardia fuera de la Penitenciaría Nacional vacía después de un pequeño incendio dentro en el centro de Puerto Príncipe, Haití, el jueves. Esta es la misma instalación que las bandas armadas asaltaron el 2 de marzo y donde cientos de reclusos escaparon. "La Embajada de EE. UU. permanece abierta, y las operaciones limitadas continúan, enfocadas en la asistencia a ciudadanos de EE. UU. y en apoyar los esfuerzos liderados por haitianos para asegurar una transición pacífica del poder", agregó.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dijo el jueves que no tenía una estimación de cuántos americanos hay en Haití.
"Siempre planeamos para todo tipo de contingencias, pero no, no estamos planeando activamente ninguna evacuación", también dijo Miller. "Y recordaría... que Haití ha sido un país de nivel cuatro con respecto a nuestros avisos de viaje desde 2020. Así que lo que significa es que durante cuatro años hemos estado diciendo a los americanos no vayan a Haití, no viajen allí, no es seguro hacerlo. Y para aquellos que están allí, salgan tan pronto como puedan hacerlo de manera factible sin ponerse en riesgo".
El ejército de EE. UU. ya ha enviado fuerzas a Haití durante el fin de semana para reforzar la seguridad en la Embajada de EE. UU. y ha transportado por aire al personal no esencial —como familiares de diplomáticos— que había permanecido después de una orden de evacuación de tales individuos el verano pasado.
