El renombrado cantante argentino, Andrés Calamaro, ha sacudido las redes sociales y la esfera política con un comunicado a través de su perfil de Instagram en el que expresó su apoyo al candidato ultraliberal populista, Javier Milei, de cara a las elecciones en Argentina y alertó sobre una supuesta "dictadura progresista comunista" que podría amenazar a España.

En su mensaje, Calamaro lanzó críticas al actual panorama político y al candidato peronista Sergio Massa, quien lidera las encuestas en Argentina. Calamaro afirmó que votar por Massa supondría un riesgo para la democracia recuperada hace 40 años en Argentina y se mostró escéptico sobre la posibilidad de que regrese una dictadura en el país.

El cantautor también aprovechó para arremeter contra los progresistas en las redes sociales, a quienes acusó de ser "vagos, resentidos, equivocados e hipócritas" y de aplaudir fácilmente a figuras públicas sin un análisis crítico.

Por otro lado, Calamaro no se limitó a cuestionar la situación en Argentina, sino que también lanzó una advertencia sobre el acuerdo entre el PSOE y Junts per Catalunya en España, calificándolo como una "campaña de miedo" que estaría llevando al país hacia una "dictadura progresista comunista". El músico expresó su preocupación por la calidad de vida en España, que hasta ahora había sido considerada excelente.

El artista argumentó que la tolerancia y la educación que recibió en su juventud, junto con la influencia de intelectuales y tertulias políticas de los años sesenta y setenta, le permiten tener una visión crítica de la situación actual.

Calamaro, conocido por su estilo provocador y letras controversiales, ha generado una intensa discusión en las redes sociales y en la esfera política con sus declaraciones. Su apoyo a Milei en Argentina y sus advertencias sobre España han avivado el debate sobre el futuro político en ambos países.

Mientras la fecha de las elecciones argentinas se acerca, las palabras de Andrés Calamaro siguen resonando en la opinión pública, y su influencia en el ámbito político y cultural es innegable.