En estos días festivos, una parte de España experimenta un clima frío, con heladas, nieblas y temperaturas bajo cero en el interior. Mientras algunas regiones disfrutan de agradables 17 o 20 grados, otras, como el Triángulo del Frío, se caracterizan por las temperaturas más bajas en zonas pobladas de España. Esta franja geográfica entre Teruel, Calamocha y Molina de Aragón, conocida como el "Polo del Frío español", suma 2,000 kilómetros cuadrados, alrededor de 50,000 habitantes y se sitúa a una altitud entre 800 y 1,000 metros.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) explica que la confluencia de tres factores: cielo despejado, viento muy débil o en calma, y suelo completamente nevado después de grandes nevadas, contribuyen a que este lugar sea conocido como el Polo del Frío. La topografía del valle del río Jiloca, una llanura encajada entre la Sierra Palometa y los Montes Universales, junto con la falta de accidentes geográficos, facilita la llegada de fuertes vientos polares, provocando el enfriamiento nocturno.

Desde finales del siglo XIX, ha habido más de 100 episodios con temperaturas inferiores a -20 grados Celsius en algún punto del Triángulo del Frío. Aunque la temperatura mínima registrada en España corresponde a la estación meteorológica del lago Gento en Lérida, la Aemet reconoce el récord de -30 °C de Calamocha VOR–Fuentes Claras, al haberse registrado en una zona poblada. En 2001, las temperaturas mínimas alcanzaron -20 ºC en Calamocha y -19 ºC en Teruel, y en 2021, se registraron -26,5 ºC en Torremocha del Jiloca.

A pesar de lo extremo de las temperaturas, la población del Triángulo del Frío está acostumbrada a vivir con ello y se enorgullece de ostentar el récord de la temperatura más baja de España, con placas y carteles que conmemoran este hito gélido.