Las cofradías y hermandades viven en Semana Santa su mayor apogeo, con pregones, celebraciones, Vía Crucis y de procesión en procesión, pero los preparativos se inician meses antes y, además, en algunos casos desarrollan una extensa acción social todo el año para «mantener vínculos» y una «vida interna que hace que la gente se integre más». «Estos días son complicados, pero lo más complicado son, quizás, las semanas previas, en las que hay que tenerlo todo listo y preparado para que no haya retrasos ni problemas», explica el presidente de la Archicofradía más antigua de Santander, la de la Pasión, Ángel González.

Componen esta agrupación alrededor de 220 cofrades con las últimas incorporaciones que se han producido el Viernes de Dolores, señala su máximo representante. González, que lleva siendo cofrade desde niño, unos 25 años, destaca que estos días «son de dormir poco» y «de meter muchas horas». Los cofrades «quitan mucho tiempo a su jornada familiar, a su tiempo libre, e incluso a veces al trabajo», y se pasan nervios. «Conforme se van acercando las fechas va a más el nerviosismo de que todo salga bien, de que la gente responda, de que la climatología respete, que también en Santander es algo que hay que tener muy presente. Y efectivamente, cuando pasa todo, hay una sensación de alivio, también de cansancio, es cuando uno libera la tensión», cuenta el presidente de la Archicofradía.

«Crecimiento exponencial». Aunque tiene casi cinco siglos de historia a cuestas, la Semana Santa de Santander «no es tan fervorosa» como otras que ostentan mayor tradición y atracción turística. Pero en la Archicofradía de la Pasión notan un «crecimiento exponencial» de las personas que se integran en la agrupación, que toman el hábito, o que se unen a sus causas sociales. Su presidente lo atribuye a que la Semana Santa «es una manifestación pública de fe» y últimamente «hay más gente que desea expresar públicamente esa fe».

En la Archicofradía de la Pasión hay además otra vertiente «de caridad» y ayuda que, en opinión de su presidente, «hace que muchas personas se sumen para disfrutar de una vida de hermandad y de actividad todo el año», no sólo en Semana Santa. «Si limitamos nuestra actividad a una sola semana al año es más complicado que la gente se integre, puesto que de un año al siguiente se pierden esos vínculos. Si tienes toda la cofradía en marcha doce meses es más fácil, se genera esa vida interna que hace que las personas participen más», agrega González.

‘Pasión por ayudar’. Precisamente con motivo de la Semana Santa, la Archicofradía ha presentado la campaña ‘Pasión por ayudar’, desplegada con 30 soportes distribuidos en paradas de autobús de todos los barrios de Santander. Esta campaña quiere divulgar el trabajo que lleva a cabo en todos los ámbitos, con especial énfasis en su obra social. La Archicofradía de la Pasión promueve un amplio programa de actuaciones solidarias todo el año, como la recogida y reparto de regalos o de material escolar para niños de familias necesitadas, la entrega de alimentos para personas sin recursos, o la visita y acompañamiento a personas enfermas.

Su presidente destaca la generosidad de la gente, pero «por desgracia siempre se necesita un poco más». «Cuando ponemos en marcha alguna campaña las previsiones que tenemos se quedan cortas», dice. Con sede en la parroquia de San Miguel y Santa Gema de Santander, la Archicofradía de la Pasión celebró el pasado mes de febrero una misa conmemorativa de su 120 aniversario. Y con cuerda para rato.