En una declaración durante un encuentro del Consejo de la República en el sur de Francia, Carles Puigdemont, expresidente catalán fugado de la justicia, da por descontada la Ley de Amnistía a tan solo cinco días del vencimiento del plazo establecido en el Congreso. 

Este anuncio, que llega en un momento crucial para las negociaciones políticas en España, ha llevado al líder independentista a llamar a sus seguidores a encarar «una nueva etapa» caracterizada por la confrontación con el Estado español y la reactivación de la vía unilateral.

Aunque el líder catalán no hizo mención explícita a la amnistía, su discurso estuvo impregnado de referencias directas al cambio de ciclo que experimenta el movimiento independentista. 

Puigdemont instó a sus seguidores a no priorizar la lucha antirrepresiva, argumentando que los recursos económicos y materiales deben dirigirse hacia la consecución de la independencia. 

Enorgulleciéndose de no haberse «doblegado» ante la justicia, incluso después de ser imputado por terrorismo en la causa de Tsunami Democràtic, Puigdemont señaló que «la represión no se acabará por más leyes que hagamos», en una clara alusión a la despenalización del procés. El llamado a retomar el hilo donde lo dejaron antes de la amnistía fue enfatizado por Puigdemont, quien instó al independentismo a culminar el «mandato del 1-O» y a prepararse para un nuevo desafío. 

Afirmó que la estrategia no será «meramente declarativa», sino que deberá ser implementada en la práctica, subrayando la determinación del movimiento.

Acuerdo «inminente»

Mientras estas declaraciones resonaban en la escena política catalana, Jaume Asens, exlíder de Unidas Podemos en el Congreso, añadió presión al anunciar que el acuerdo entre el PSOE y Junts, encabezado por Puigdemont, es «inminente». Asens destacó que ambas partes han flexibilizado sus posiciones, alcanzando un punto intermedio que allana el camino hacia un entendimiento. 

A pesar de estas afirmaciones, el partido de Puigdemont rápidamente matizó las declaraciones, señalando que no se hacen responsables de especulaciones y que siguen trabajando para que la ley de amnistía sea integral y de aplicación inmediata.

En medio de estas tensiones, el secretario general de Junts, Jordi Turull, subrayó la importancia de que la despenalización del procés no deje a nadie atrás, incluyendo todos los casos relacionados con terrorismo. Esta advertencia llega horas después de que el Tribunal Supremo abriera una causa contra Puigdemont por terrorismo en su conexión con Tsunami Democràtic.

Este acontecimiento se da en un contexto político delicado, donde las negociaciones sobre la amnistía adquieren un papel protagónico. El borrador filtrado por la Moncloa sobre el dictamen de la Comisión de Venecia sobre la amnistía ha generado reacciones diversas, con Junts reafirmando su compromiso de trabajar por una ley integral y de aplicación inmediata. 

A pesar de las tensiones y las declaraciones públicas, el escenario sigue en constante evolución, con las partes tratando de encontrar un equilibrio entre sus demandas y objetivos.