Amaneció el día tristón, con el cielo encapotado y una fina y persistente lluvia que sólo incomoda a los forasteros, pero acabó habiendo fiestón. El sol se hizo paso entre las nubes para, por encima de todo, iluminar Punta Parayas cuando la expedición que había acudido a primera hora a Laredo volvió a casa con lo que había ido a buscar. La presa era suya. Y era tan grande que le va a servir como alimento para mucho tiempo. Por vez primera en toda su historia, Camargo había ganado el Campeonato de Cantabria de traineras.

Los de verde han conseguido la triple corona, ganar los títulos autonómicos de bateles, trainerillas y traineras de un mismo año. Astillero era el último que lo había hecho. El trono ha cambiado de dueño porque ahora quien manda es Camargo. Era el favorito pero, al contrario que otros años, había margen para la sorpresa o para que, cuando menos, el campeonato estuviera peleado, pero dicha emoción, esa incertidumbre tan necesaria para disfrutar al máximo de todo deporte, sólo duró media regata. En la otra media hubo festival, un desfile de la ‘Virgen del Carmen’ consolidando su hegemonía.

Nadie podía dar por muerto a Pedreña. Ahí dentro hay nivel y ya había remado cerca de Camargo en más de una ocasión. En una ocasión incluso le ganó, pero mantiene la asignatura pendiente de completar una buena regata de principio a fin. Ayer salió bien, a por todas, con fe y con decisión, con un derroche de fortaleza que le permitió liderar la prueba durante los dos primeros largos, pero a partir de ahí, una vez que la ‘Virgen del Carmen’ se puso por delante, sucumbió. Es algo ya visto este verano. La trainera verde es una especialista en esperar su momento y en tener paciencia. Sabe que el paso de los minutos la va fortaleciendo.

Tocó remar en la mar pero la de Laredo tuvo poco que ver con la de La Coruña, donde estaban remando las traineras de la ACT entre la ferocidad de unas olas que, por momentos, hacían desaparecer a las embarcaciones de plano. Aquí hubo poco viento aunque sí la posibilidad de aprovechar alguna buena empopada en los largos de vuelta que empujara hacia la victoria al más hábil. Pedreña dio muestras en el primero de ellos de saber explotar lo poco que ofrecían los elementos pero en el segundo y último ya estaba fuera de regata, ya tenía la cabeza en otra parte.

A Camargo le correspondió la calle dos y a Pedreña la uno. Mejor así. Se podrían vigilar de cerca. Los patroneados por Kewin Ruiz salieron a romper, con la decisión de dar un golpe encima de la mesa y aprovechar el campeonato para dar un giro de 180 grados a su temporada, de repetir, en definitiva, una historia similar a la del año pasado en la bandera que ganaron en casa. A partir de ahí, la ‘Pedreñera’ sólo supo crecer, ganar e incluso pelear por el ascenso cuando nadie habría dado un euro por ello a principios de julio.

La buena puesta en escena de los pedreñeros dio sus frutos. Giró por vez primera con una trainera de ventaja respecto a Camargo, pero sabía que necesitaba más. Había que seguir porque el equipo de Punta Parayas había dejado bien claro que va de menos a más y que siempre se reserva lo mejor para el final. Sin embargo, Pedreña ya dejó de sacar tiempo. El aliento de la ‘Virgen del Carmen’ se hizo más patente en la nuca de la ‘Pedreñera’. Ésta lo sentía cada vez más fuerte. Quiso haber cruzado el ecuador con mucha agua de por medio pero justamente ahí empezaron los problemas.

La maniobra la inició Pedreña con un par de segundos de ventaja, pero su proel tuvo algunos problemas con el remo pequeño de trincar, no pudieron culminar bien la ciaboga y eso lo aprovechó Camargo para ponerse por delante en los primeros metros del tercer largo. Fue un duro golpe para la castigada moral de los trasmeranos, que vieron cómo otra vez se repetía la historia y cómo, en los metros más duros de toda regata, Camargo daba un verdadero golpe al campeonato. Él sí logró marcharse, decir hasta aquí ha durado el juego y ahora empezamos nosotros. En la última ciaboga, su ventaja era ya de diez segundos y en meta de 22. Poco más que decir.

Los camargueses ganaron con nueve canteranos en sus tostas, En concreto, remaron con Jonatan Castanedo como patrón y Dámaso Tejero como proel. En estribor se colocaron Diego Castro, Raúl Fernández, Aitor Casuso, José Manuel Fresnedo, David Pérez iglesias y Miguel Duque y en babor Mario Navarro, Ismael Rodero, Carlos Rodríguez, José Ramón Fernández, Eugenio Fernández y Mel Alegría. El club de Punta Parayas tiene seis platas y nueve bronces en campeonatos de Cantabria pero le faltaba el premio gordo. Hasta ayer. Es su año y no lo está desaprovechando.

Quien tiene muchos entorchados autonómicos es Astillero, que asume que ahora le toca defender un rol secundario. Aún así, se colgó el bronce tras ir mucho más rápido que ‘La Marinera’, una trainera de una categoría superior pero que no marcha. Aún es tres de julio pero el verano ya se le está haciendo largo. Su tiempo final fue de 22.11,33, treinta segundos peor que el de la ‘San José’ y un minuto y veinte segundos que el de la ‘Virgen del Carmen’.

La cita se celebró en aguas pejinas porque así aprovecharon también para la disputa de la Bandera Ayuntamiento de Laredo, por lo que también se celebró una nueva jornada de la liga combinada cántabra que ganó AN Castro por delante de San Pantaleón, Colindres, una segunda embarcación de Camargo y Suaces. Astillero femenino remó pero no pudo pelear por el título porque no tenía nadie contra quien ‘pegarse’, por lo que salió a profundizar en su preparación y a que remaran algunas de las que menos posibilidades van a tener de remar en liga. En el agua estuvo la trainera local, la ‘Pejinuca’, que el pasado año acudió al Campeonato de España ocupando la quinta plaza y quedándose a sólo cinco segundos de una trainera de ARC 1 como Castro.