La periodista chino-australiana Cheng Lei se encuentra en Melbourne (Australia) tras ser puesta en libertad y "deportada" por China, donde ha estado detenida tres años por la supuesta violación de la ley de secretos de Estado.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, anunció este miércoles la liberación de su compatriota y su regreso a Australia en una rueda de prensa en la ciudad australiana de Melbourne.

"He podido conversar con una ciudadana australiana, Cheng Lei, que ha llegado sana y salva a Melbourne y se ha reunido con sus dos hijos y su familia", afirmó Albanese.

Cheng Lei, de 48 años y antigua presentadora de un programa de televisión del canal estatal chino CGTV, fue detenida el 13 de agosto de 2020 por la supuesta violación de la ley de secretos de Estado de China y fue juzgada el año pasado a puerta cerrada, sin que se hiciera pública su sentencia.

Hoy, en la rueda de prensa, el mandatario australiano remarcó que el retorno de Cheng a Melbourne "pone fin a unos años muy difíciles para su familia", su pareja Nick Coyle, y dos hijos de otra unión.

"Es una persona muy fuerte y resistente. Cuando hablé con ella, estaba encantada de volver a Melbourne", precisó el mandatario australiano, quien fue más cauto al referirse a las acusaciones por revelar secretos de Estado chinos que pesaban sobre la periodista en el país asiático.

 Albanese se limitó a decir que el caso judicial contra Cheng Lei, quien asegura ser inocente, "se concluyó a través de los procesos legales en China".

China afirma que ha sido "deportada"

Por su parte, el Gobierno de China afirmó hoy que la periodista fue "deportada" después de cumplir una condena en prisión de dos años y 11 meses por "revelar ilegalmente secretos de Estado al extranjero", algo de lo asevera que se declaró "culpable".

"Cheng, instigada por el personal de una agencia extranjera, violó la cláusula de confidencialidad firmada con su empleador y proporcionó ilegalmente secretos de Estado al extranjero", indicó hoy el Ministerio de Seguridad del Estado de China en un comunicado.

Según esta cartera, Cheng "confesó su crimen y se declaró culpable", y tras un juicio fue a condenada a dos años y once meses en prisión y a su deportación, después de lo cual fue puesta en libertad, tal y como confirmaron hoy las autoridades australianas.

Nacida en China en junio de 1975, Cheng emigró con su familia a Australia cuando tenía 10 años, adquiriendo la nacionalidad australiana, y había regresado a la potencia asiática en 2012, consiguiendo trabajo en el canal CGTV.

"Cheng confesó su crimen, se declaró culpable y aceptó el castigo. Después de un juicio, el Tribunal Popular Intermedio nº 2 de Pekín la condenó a dos años y once meses de prisión y a su deportación por el delito de proporcionar ilegalmente secretos de Estado al extranjero", precisó la autoridad china.

La fuente agregó que Cheng "no apeló" la decisión del tribunal.

Entretanto, el portavoz de Exteriores chino Wang Wenbin se refirió hoy al caso en la rueda de prensa diaria del departamento para afirmar que su detención, enjuiciamiento y condena se llevaron a cabo "de acuerdo con la ley".

"Los órganos judiciales de China manejan los casos estrictamente de acuerdo con la ley, y se protegieron plenamente los derechos de Cheng conforme a la ley", dijo Wang.

La liberación de Cheng Lei se produce en la antesala de un viaje previsto por Albanese a China para conmemorar el 50 aniversario de la visita del laborista Gough Withlam, la primera realizada por un mandatario australiano a ese país.

La tensa relación entre Australia y China vive un momento de tibios acercamientos tras las recientes reuniones de representantes de sus gobiernos, las primeras tras varios años de estancamiento a raíz de diversos enfrentamientos diplomáticos entre los dos países que, no obstante, mantienen un amplio comercio bilateral.

Asimismo, aún queda pendiente la liberación del escritor chino-australiano Yang Hengjun, detenido en 2019 en China y juzgado en mayo de 2021 a puerta cerrada por espionaje, sin que se conozca su sentencia.