Dos días después de haber declarado su victoria en Afganistán, los talibán han dado su primera rueda de prensa en Kabul. "No queremos tener enemigos, ni internos ni externos", ha dicho el portavoz de los insurgentes, Zabihullah Mujahid.

"Me gustaría asegurar a la comunidad internacional que nadie saldrá perjudicado", ha asegurado Mujahid. "Tenemos derecho a actuar conforme a nuestros principios religiosos. (...)Estamos comprometidos a respetar los derechos de la mujer bajo la Sharia", ha anunciado. "Nuestras mujeres son musulmanas, estarán felices de vivir bajo el marco de la Sharia", ha continuado.

En este sentido, el portavoz de los extremistas ha asegurado que las mujeres podrán "trabajar y estudiar" y "serán muy activas en la sociedad en el marco del Islam". La Sharia es una interpretación estricta de la ley islámica que el grupo extremista ya impuso cuando gobernó Afganistán de 1996 a 2001 y que, por ejemplo, obliga a las mujeres a cubrirse la cara o prohíbe que las niñas vayan al colegio.

Los talibán quisieron lanzar un mensaje de reconciliación y unidad tras su rotunda victoria en el país, en una nación en la que declararon una "amnistía general" y " el fin de los narcóticos".

"La guerra terminó [el líder de los talibanes] perdonó a todo el mundo", declaró Mujahid, quien aseguró que los insurgentes establecerán pronto un gobierno, pero dio pocos detalles sobre su composición más allá de que "conectará con todas las partes".

"Todos los del bando contrario están perdonados, de la A a la Z (...) No buscamos venganza", aseguró.

Preguntado sobre las diferencias entre el movimiento que fue expulsado del poder hace 20 años y los actuales talibán, este portavoz afirmó que "no hay diferencia" en base a la "ideología y a las creencias", aunque, sin duda, "hay muchas diferencias" en base "a la experiencia, la madurez y al conocimiento".

"No queremos que nadie salga del país, este es su país, esta es nuestra patria común, tenemos valores comunes, religión común, nación común (...) Hay una amnistía general, por lo que no habrá hostilidades", zanjó Mujahid, que por primera vez en décadas se mostraba en público.