El presidente de Argentina, Javier Milei, ha ratificado su respaldo a las políticas de ajuste implementadas por su administración, subrayando su necesidad para revitalizar el país tras lo que él caracteriza como décadas de desastre ocasionado por el peronismo. Sus declaraciones emergen en respuesta a una diatriba crítica de la exmandataria Cristina Fernández, quien lo acusó de promover lo que denominó como "anarcocolonialismo" y solicitó un cambio de dirección en las políticas económicas.

Milei fundamentó su postura alegando que la presente crisis económica y social es la consecuencia de políticas previas que "fomentaban un gasto descontrolado y la emisión monetaria sin límites", lo que dejó al país con un 60 % de su población inmersa en la pobreza. En contraposición, el presidente argumentó que las medidas de ajuste son imperativas para revertir este panorama y reconstruir lo que describe como "un país devastado" por el "peronismo".

Por su parte, Fernández, en su primer acto público desde el cambio de gobierno, cuestionó algunos de los supuestos logros económicos anunciados por el Ejecutivo, poniendo en tela de juicio su legitimidad. Durante un evento con miles de seguidores en la provincia de Buenos Aires, la exmandataria instó a Milei a contemplar las repercusiones de sus políticas, sosteniendo que la legitimidad de un gobierno también debe evaluarse por los resultados que genera para la población.

El discurso de Fernández coincidió con una fecha emblemática en la historia política argentina, el 27 de abril, rememorando la elección presidencial de 2003 en la que su esposo, Néstor Kirchner, resultó electo presidente.