Este verano, diez playas cántabras volverán a ondear la prestigiosa 'Bandera Azul', reconociendo su excelencia en la calidad de las aguas, servicios, seguridad y gestión ambiental.

A pesar de perder una bandera que ostentaba la playa de Comillas, Cantabria mantiene un fuerte compromiso con la excelencia costera, destacándose en el panorama nacional por su cuidado y gestión de los espacios naturales. 

Entre las playas que han retenido su distinción este año se encuentran: La Arena y El Sable, en Arnuero; Ris y Trengandín en Noja; El Sable y Los Locos en Suances; El Sable de Merón en San Vicente de la Barquera; y Ostende y Oriñón, en Castro Urdiales. A estas se suma este año la playa de Brazomar, que ha logrado por primera vez este reconocimiento, consolidando la reputación de Cantabria como un destino de playas limpias y bien gestionadas.

Un Compromiso con la Accesibilidad y la Educación Ambiental

Además de las playas, Cantabria ha visto reconocidos a cuatro de sus centros de interpretación como 'Centros Azules', reflejando el esfuerzo de la región por fomentar la educación y concienciación ambiental. Estos centros son la Casa de la Naturaleza de Castro Urdiales, el Molino de Mareas de Santa Olaja y la Casa de las Mareas en Arnuero, y el Molino de las Aves en Noja, cada uno de ellos un ejemplo de cómo Cantabria utiliza su patrimonio natural para educar y sensibilizar al público.

En un reconocimiento especial, Castro Urdiales ha sido distinguido con una 'Mención Especial' en Accesibilidad y atención a personas en situación de discapacidad, demostrando el compromiso de Cantabria no solo con el medio ambiente sino también con la inclusividad y la accesibilidad universal.

Un Legado de Calidad y Sostenibilidad

Aunque este año la región ha perdido una bandera, el liderazgo de Cantabria en la preservación de la calidad de sus playas y en la gestión ambiental no ha mermado. La secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, en su reciente visita, ha destacado cómo las 'Banderas Azules' son un atractivo turístico significativo y un motivo de orgullo para los ciudadanos que valoran y protegen el litoral.

El mantenimiento de estas distinciones y los esfuerzos continuos por mejorar cada año subrayan la dedicación de Cantabria a ofrecer espacios costeros que no solo cumplen con altos estándares internacionales, sino que también son seguros, accesibles y educativos. Con cada ola y cada grano de arena, Cantabria reafirma su compromiso con un futuro sostenible y una calidad de vida que pocos destinos pueden igualar.

Con su rica oferta de playas galardonadas y centros de interpretación, Cantabria se posiciona una vez más como líder en la promoción de un turismo costero que es tanto sostenible como enriquecedor. Es esta combinación de belleza natural, compromiso con la sostenibilidad y enfoque en la accesibilidad lo que continúa haciendo de Cantabria un destino inigualable para visitantes de todo el mundo.