El sistema de permisos sanitarios de Francia se ampliará el lunes a más de 120 grandes almacenes y centros comerciales en zonas donde los niveles de infección por Covid son preocupantes, entre ellas París y la costa mediterránea.

La decisión de ampliar la medida que restringe la entrada a los clientes que puedan demostrar que han sido vacunados, que han dado negativo en la prueba de Covid o que se han recuperado del coronavirus fue tomada por las autoridades locales.

El pase se exigirá a los compradores que entren en los grandes almacenes de París, como Galeries Lafayette, Printemps, BHV, Le Bon Marché y La Samaritaine, y otros situados principalmente en el sur del país.

Varios grandes centros comerciales de los puertos del Canal de la Mancha, populares entre los turistas británicos, temían ser incluidos, pero se les concedió una prórroga porque las tasas de infección por Covid locales son inferiores a la media nacional.

Los jefes de policía locales están imponiendo el pase a las grandes tiendas y centros comerciales de las zonas en las que la tasa de infección es superior a 200 por cada 100.000 habitantes. Aunque París no ha alcanzado este nivel, las autoridades están preocupadas por el elevado número de casos, especialmente entre los jóvenes, en las zonas vecinas de Saint-Denis y Val-de-Marne.

Las zonas más afectadas son los departamentos de la costa mediterránea. En Bouches-du-Rhône, que incluye las populares zonas de vacaciones de Provenza, la Costa Azul, Marsella, Arles y Aix-en-Provence, la tasa ha alcanzado los 693 por cada 100.000.

La tarjeta sanitaria se introdujo en junio y se amplió hace una semana. La tarjeta se exige ahora para acceder a los edificios públicos (cines, teatros, gimnasios, piscinas, centros de salud y museos, pero no a las tiendas) y a los trenes y autobuses de largo recorrido. Los prefectos locales tenían la facultad de imponer el pase a las tiendas de más de 20.000 metros cuadrados y a los centros comerciales de su zona si se producía un aumento de las infecciones por Covid.

El Consejo Constitucional de Francia ha dictaminado que las medidas son legales, pero los detractores del pase sanitario afirman que vulnera sus libertades personales y civiles.

El sábado hubo protestas contra la medida por quinto fin de semana consecutivo. Según el Ministerio del Interior, hubo un total de 215.000 manifestantes, menos que la semana anterior, pero un número elevado para un fin de semana festivo en agosto. Los organizadores de las protestas han acusado al gobierno de subestimar la participación.

Desde que el presidente Emmanuel Macron anunció el 12 de julio que el pase sanitario sería necesario para los franceses que quisieran disfrutar de las actividades cotidianas, el número de personas que se han vacunado al menos una vez ha aumentado en casi 10 millones.

En las islas caribeñas francesas de Martinica y Guadalupe, donde se ha declarado una emergencia sanitaria, la tasa de infección es de 2.225 por cada 100.000 personas en Guadalupe y de 1.188 en Martinica.