En un giro significativo en la política vasca, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), bajo la dirección del presidente Andoni Ortuzar, ha tomado la decisión de poner fin a la carrera política del lehendakari Iñigo Urkullu, excluyéndolo como candidato para las elecciones de 2024. Este acontecimiento marca el cierre de un ciclo político que se inició en 2012, cuando Urkullu asumió el cargo tras el breve mandato de Patxi López.

La determinación de la cúpula de Sabin Etxea, comunicada a Urkullu en una reunión reciente, se fundamenta en la necesidad de abogar por un "cambio de ciclo". Este viraje estratégico surge en un momento crucial en el que la competencia política, especialmente de EH Bildu, amenaza la hasta ahora indiscutible hegemonía jeltzale en el País Vasco y Madrid. La amenaza se refleja en la pérdida de más de 86,000 votos en las últimas elecciones municipales y forales, así como en los resultados desfavorables en las generales de julio, lo que ha generado una significativa controversia y debate interno en el seno del partido.

Andoni Ortuzar, presidente del PNV, ha reconocido en declaraciones este jueves que, aunque el partido aún no ha discutido formalmente con Urkullu sus intenciones políticas, "todo está en el aire" y se espera que la resolución final se alcance en "cuestión de semanas". La incertidumbre en torno al futuro político de Urkullu añade un elemento adicional de intriga a la situación.

El panorama político en el País Vasco ha experimentado cambios sustanciales en los últimos años, con la emergencia de EH Bildu. La pérdida de votos en las elecciones anteriores y el desafío constante de nuevas fuerzas políticas han llevado al PNV a reconsiderar su estrategia y liderazgo.

La conversación entre la dirección del partido y Urkullu se llevó a cabo ayer, según fuentes citadas por El Correo, y en ella se destacó la urgencia de un cambio en la dirección política del PNV. La decisión de excluir a Urkullu como candidato es un paso clave en la búsqueda de adaptarse a la nueva realidad política y mantener la relevancia del partido en un escenario político cada vez más competitivo.

La exclusión de Urkullu como candidato ha generado diversas reacciones y opiniones dentro del PNV. Algunos miembros del partido respaldan la decisión como un paso necesario para afrontar los desafíos actuales, mientras que otros expresan preocupación por la posible falta de continuidad y experiencia que podría acarrear esta decisión.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha subrayado la importancia estratégica del momento y la necesidad de un liderazgo renovado que pueda hacer frente a las cambiantes dinámicas políticas. La incertidumbre sobre quién será el sucesor de Urkullu agrega un elemento de anticipación y especulación en la escena política vasca.

En resumen, la exclusión de Iñigo Urkullu como candidato para las elecciones de 2024 marca un hito en la historia reciente del PNV. La decisión responde a la búsqueda de adaptación a un contexto político en constante evolución y a la competencia creciente, especialmente por parte de EH Bildu. La incertidumbre sobre el futuro político de Urkullu y el proceso de selección de su sucesor añaden capas de complejidad a la dinámica política vasca en los próximos meses.