Telefónica ha experimentado un impacto significativo al recibir un total de 2.118 solicitudes de adscripción voluntaria a los expedientes de regulación de empleo (ERE) que la compañía tiene previsto implementar en tres de sus principales filiales en España: Telefónica de España, Móviles y Soluciones. Estos procesos, según revelan datos provenientes de fuentes sindicales, afectarán a un total de 3,421 trabajadores.

La envergadura de estas solicitudes de adscripción voluntaria sugiere una medida laboral sin precedentes en la trayectoria de Telefónica. En un análisis detallado, se observa que el ERE en Telefónica de España ha atraído a 1,825 trabajadores, mientras que en Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones, 244 y 49 empleados respectivamente, han optado por este proceso.

El análisis sectorial revela que la adscripción al despido colectivo, en su conjunto, roza el 62%. Sin embargo, se observan disparidades entre las filiales, siendo en Telefónica de España un 61.69%, en Telefónica Móviles un 61.46%, y en Telefónica Soluciones un notable 74.24%. La fecha de inicio de este proceso, que se lanzó el pasado 9 de enero, se extenderá hasta el próximo 8 de febrero, según el calendario establecido por la empresa y los sindicatos.

A pesar de la actual tasa de adscripción voluntaria del 62%, es relevante destacar que en los primeros tres días del proceso se registraron aproximadamente 500 empleados, representando alrededor del 15% del total, y durante la segunda semana, esta cifra se incrementó a 1,478, aproximadamente un 43%.

El cronograma establecido por la compañía señala que la respuesta de la empresa a las solicitudes tendrá lugar el 14 de febrero y que las salidas comenzarán principalmente el 29 de febrero. Es importante subrayar que el ERE permanecerá abierto hasta el 31 de marzo de 2025.

En un escenario donde la adscripción voluntaria al ERE no alcance las 3,421 salidas previstas, Telefónica se reserva el derecho de llevar a cabo despidos forzosos. Además, se han establecido límites de adhesión en áreas de actividad consideradas críticas para la empresa.

En una notificación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 3 de enero, Telefónica informó que el coste de este despido colectivo se estima en alrededor de 1,300 millones de euros antes de impuestos. A pesar de esta cifra significativa, la empresa asegura que no tendrá impacto en la caja.

Este coste se traduce en un promedio de aproximadamente 380,000 euros por trabajador afectado, una cifra inferior a los planes de salidas previos implementados por la compañía en los últimos años. Telefónica proyecta que los ahorros anuales promedio de gastos directos alcanzarán alrededor de 285 millones de euros a partir de 2025, con un impacto positivo en la generación de caja esperado desde 2024.

Adicionalmente, cabe recordar que el pasado 17 de enero, Telefónica presentó un plan de bajas voluntarias para las unidades globales del grupo en España. Este plan afectará a "decenas de personas, siempre menos de 100", según indicaron fuentes sindicales. El plan se encuentra dirigido a empleados con 56 años o más y una antigüedad mínima de 15 años, ofreciendo rentas del 68% del salario regulador bruto anual en el momento de la suspensión.

Las unidades globales del grupo Telefónica en España que se verán afectadas incluyen Telefónica, S.A.; Telefónica Innovación Digital España; Telefónica Global Solutions; Telefónica Compras Electrónicas; Telefónica Seguros y Reaseguros Compañía Aseguradora; Telefónica Correduría de Seguros y Reaseguros Compañía de Mediación; Telefónica Finanzas; Telefónica Open Innovation; Telefónica Gestión Integral de Edificios y Servicios; Telefónica Cybersecurity & Cloud Tech; Telefónica Internet of Things & Big Data Tech; Fundación Telefónica y Fundación Profuturo.