29.04.2024 |
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CONSUMO

Escalada de los precios alimentarios: la guerra de las promociones no frena la inflación

La inflación persiste en los supermercados a pesar de la rebaja del IVA y las estrategias comerciales. La cesta básica es un 20% más cara, desafiando las medidas gubernamentales y comerciales.
Una mujer comprando en una carnicería. EP / Eduardo Parra
Una mujer comprando en una carnicería. EP / Eduardo Parra
Escalada de los precios alimentarios: la guerra de las promociones no frena la inflación

El sector alimentario se encuentra inmerso en una problemática que desafía las medidas gubernamentales y las estrategias comerciales implementadas para mitigar la escalada de precios. A pesar de la reciente rebaja del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y las intensas guerras de promociones entre las principales cadenas de distribución, la inflación alimentaria continúa siendo un fenómeno persistente, afectando significativamente el poder adquisitivo de los ciudadanos.

El Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, anunció la disminución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) al 2,8%, atribuyendo este descenso a la "evolución a la baja de los precios de la electricidad y la estabilidad de los precios de los alimentos". Sin embargo, esta afirmación se torna insuficiente al obviar la cruda realidad que enfrenta la inflación alimentaria. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa anual del IPC de los alimentos se sitúa en un alarmante 7,4%, indicando que la misma cesta de la compra es ahora un 7,4% más costosa que en el mismo periodo del año anterior.

La escalada de precios en el ámbito alimentario no es un fenómeno reciente. Desde enero de 2023, los consumidores ya experimentaban un incremento de más del 15% en los costos de los productos en comparación con el año anterior. A pesar de los esfuerzos por parte del Gobierno, que redujo el IVA en productos básicos desde enero de 2023, y las cadenas de distribución, que desataron una feroz guerra de promociones y descuentos, la inflación alimentaria persiste, desafiando cualquier intento de contención.

La cesta de la compra, tras la rebaja impositiva, experimentó un aparente alivio al pasar de 33,67 euros en diciembre de 2022 a 30,11 euros en enero de 2023. No obstante, esta disminución inicial se desvaneció rápidamente, y los precios de los productos con IVA rebajado comenzaron a incrementarse de manera constante. Para el 9 de enero de este año, la cesta alcanzaba los 34,23 euros, y apenas 20 días después, el 29 de enero pasado, ascendía a los 35,81 euros, representando un aumento del 4,37% respecto a diciembre de 2023. A finales del pasado mes de febrero, la cesta alcanzó los 36,49 euros, registrando un incremento adicional del 1,9%.

La Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) ha llevado a cabo un seguimiento exhaustivo de los precios en cinco supermercados clave: Alcampo, Carrefour, Dia, El Corte Inglés y Mercadona. Desde finales de diciembre de 2022, antes de la implementación de la rebaja del IVA, hasta la fecha actual, la cesta media ha experimentado un aumento del 8,3%. Un análisis más detallado revela que algunos productos específicos, como leche, huevos, plátanos y arroz, han experimentado una rebaja del 4% al 0% en el IVA, mientras que otros, como macarrones o aceite de oliva, han visto una reducción del 10% al 5%.

Paralelamente, la asociación de consumidores Facua ha realizado un monitoreo de los precios en grandes supermercados, incluyendo Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, Eroski, Hipercor, Lidl y Mercadona. Los resultados son contundentes, ya que más de la mitad de la cesta rebajada es ahora más cara que antes de la reducción del IVA.

Como respuesta a estas crecientes preocupaciones, el Ministerio de Consumo, dirigido por Pablo Bustinduy, ha iniciado una investigación para determinar si los principales operadores del ámbito nacional están trasladando adecuadamente al consumidor final la rebaja del IVA. Se han enviado requerimientos a estas empresas, solicitando información detallada sobre la aplicación de la rebaja impositiva y asegurando que no estén aprovechando para incrementar sus márgenes de beneficio, algo expresamente prohibido por el decreto-ley. Algunas compañías, según fuentes, han solicitado una extensión del plazo inicialmente concedido para remitir la información solicitada.

Es importante recordar que en agosto del año pasado, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) certificó, en un informe elaborado a petición del Ministerio de Economía, que los supermercados estaban trasladando la rebaja del IVA a los precios finales. Sin embargo, el informe no evaluó si estas empresas estaban incrementando sus márgenes de beneficio.

En resumen, la persistente alza de precios en el sector alimentario no solo desafía las medidas gubernamentales y las estrategias de distribución, sino que también genera una creciente preocupación entre los consumidores y las autoridades. La cesta de la compra, lejos de reflejar los supuestos beneficios de la rebaja del IVA y las promociones comerciales, sigue su ascenso, planteando interrogantes sobre la eficacia de las políticas implementadas y la necesidad de una revisión exhaustiva de las prácticas comerciales en el sector.

Escalada de los precios alimentarios: la guerra de las promociones no frena la inflación
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