La economía doméstica de los españoles enfrenta un desafío formidable ante el incremento desmedido de la inflación, particularmente en lo concerniente a los productos básicos de consumo. Durante un lapso de cuatro años, la cesta de la compra ha sufrido un asombroso aumento del 47%, llevando el coste promedio de los productos esenciales de 100 euros en 2019 a aproximadamente 150 euros en 2023. Este preocupante fenómeno ha sido evidente en una amplia gama de productos, destacando entre ellos el aceite de oliva, que ha alcanzado un estatus casi mítico como un bien de alto valor debido a su vertiginosa escalada de precios.

Según los análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el aceite de oliva suave de marca blanca ha experimentado una alza extraordinaria del 225% en los últimos tres años. Lo que anteriormente se adquiría por 2,35 euros por litro en diciembre de 2020, ha alcanzado los 7,66 euros en diciembre de 2023. Esta tendencia alcista no ha mostrado signos de detenerse, ya que durante el primer trimestre del presente año, los precios siguieron su tendencia al alza, con incrementos que oscilaron entre el 7% y el 23%, dependiendo del tipo de aceite.

Datos recopilados por la OCU revelan que el aceite de oliva virgen extra de marca de fabricante ha visto un aumento del 23% en su precio medio, mientras que el aceite de oliva suave de marca de distribuidor ha experimentado un incremento del 21% durante los primeros meses de 2024. Esta situación ha sido más evidente en ciertas cadenas de supermercados como El Corte Inglés, Carrefour y Alcampo.

El marcado incremento de precios en el aceite de oliva, tanto de marca de fabricante como de distribuidor, se atribuye parcialmente a las disparidades de precios entre los supermercados que se observaron en diciembre, las cuales se han reducido significativamente en abril. Sin embargo, las proyecciones de la OCU sugieren que los aumentos de precios podrían persistir durante el segundo semestre del año, con una posible estabilización para junio y una posterior disminución, especialmente si las condiciones climáticas favorecen una buena cosecha.

En cuanto a las medidas gubernamentales para abordar esta situación, destaca la propuesta de reducir el IVA del aceite del 5% al 0%, aunque su aprobación y efectividad aún están pendientes. La OCU advierte que, aunque esta medida podría contribuir a una reducción de precios, su impacto podría verse limitado si el IVA regresa al 10% en julio, como está previsto.