La novena etapa del Tour de Francia comenzó en Saint-Léonard-de-Noblat, la ciudad de adopción de Raymond Poulidor, al que rindieron homenaje, en particular su nieto, el ciclista neerlandés Mathieu van der Poel, muy emocionado con el recuerdo de su abuelo.

"No es algo fácil para mí, todo esto me genera muchos recuerdos", aseguró el corredor del Alpecin, que regresó a la localidad francesa por vez primera desde el entierro de su abuelo en 2019.

Pero las carreteras de la coqueta ciudad del centro del país fueron el escenario de algunas de sus primeras excursiones en los meses de verano en los que pasaba sus vacaciones con los abuelos maternos.

Muy unidos, abuelo y nieto compartían la misma pasión por la bicicleta. Poulidor, una leyenda en Francia pese a que nunca llegó a vestir el maillot de líder del Tour, a cuyo podio subió en ocho ocasiones, no ocultaba el orgullo que sentía al ver a su nieto, uno de los ciclistas más potentes del momento.

Con motivo de esta salida de la ronda gala, recibió de regalo una de las bicicletas de Poulidor y asistió a una exposición sobre su abuelo.

El director de la carrera, Christian Prudhomme, un gran admirador de Poulidor, que durante muchos años, hasta su muerte, siguió la caravana como embajador del maillot amarillo, depositó una corona de flores en la tumba del ciclista.

Nacido en Masbaradu-Mérignat el 15 de abril de 1936, Poulidor falleció el 13 de noviembre de 2019 en Saint-Léonard-de-Noblat. Su figura siempre irá aparejada a la del eterno segundón, aunque es uno de los corredores más queridos en Francia y en el mundo.