Madrid, 8 mar (EFE).- Conciliar con unos horarios que superan de media las diez horas diarias sigue siendo uno de los principales problemas en los restaurantes, uno de los motivos que les ha llevado a lo que se conoce como la "gran fuga" de personal y motivo por el que, en el Día Internacional de la Mujer, cocineras preguntadas por Efe han abogado por reducir los horarios de apertura.

Ya se hizo en pandemia, cuando se adelantaron los horarios de cierre y hubo que cenar a las 19:00 horas. "Pero muchos no lo hicieron, preferían quedarse en casa", dice Teresa Gutiérrez, del restaurante Azafrán (Villarrobledo, Albacete), una de las cocineras a las que Makro ha dado protagonismo este martes en su taller culinario en el congreso Hospitality Innovation Planet (HIP) que se celebra hasta mañana en Madrid.

"Le pediría a la sociedad que se conciencie porque si vas a cenar a las 23:00 horas pones difícil que el personal de un restaurante pueda conciliar, pensaba que con la pandemia iba a cambiar, pero es difícil educar a la gente en eso", ha indicado.

Coincide Lucía Grávalos, de Mentica Gastronómico (Madrid), quien defiende que es "una labor de educación entre todos"; en el Día Internacional de la Mujer ha pedido que no se las "encasille" en pastelería en los restaurantes y que se las valore por su trabajo, sus actitudes y no por el género.

Llegada desde Las Palmas de Gran Canaria, donde Iciar Pérez ejerce como jefa de cocina de Poemas by Hermanos Padrón, ha apuntado que "todos tenemos que reeducarnos" porque en este tipo de profesiones -ella le dedica entre 10 y 14 horas diarias- "te planteas mucho tu vida en base a tu trabajo".

A ello achaca que haya muchas dificultades para encontrar personal de cocina y sala tras los ERTE que se activaron durante la pandemia; por otra parte ha opinado que "haría falta que más hombres como los hermanos Padrón (Jonathan y Juan Carlos, que lucen una estrella Michelin y tres soles Repol en El Rincón de Juan Carlos en Tenerife) diesen oportunidades a mujeres al frente de las cocinas".

La valenciana Begoña Rodrigo, con una estrella Michelin en La Salita ha sido tajante: "Que no haya que celebrar un Día de la Mujer porque eso significa que hay muchas cosas por arreglar".

Rebeka Barainka comparte con Jorge Asenjo vida y los fogones de Galerna (San Sebastián); ambos nominados a Cocineros Revelación en Madrid Fusión 2019 o reconocidos por el Basque Culinary Center entre las figuras gastronómicas menores de 30 años más prometedoras, pertenecen a una generación en la que las cocineras profesionales tienen más visibilidad que antaño.

"Deberíamos tener visibilidad por el talento, sin importar el género; tengo muchas amigas cocineras en Donosti y en las fotos estamos muy pocas. Hemos conseguido cambiar las cosas, pero todavía queda", ha manifestado Barainka.

"Nos hemos empoderado y estamos destacando de nuevo, porque históricamente siempre hemos cocinado, pero los hombres son las estrellas del rock; estos puestos también son nuestros y tenemos que creérnoslo", ha comentado Susana Aragón, de CèNTRIC Gastro (El Prat de Llobregat, Barcelona), para añadir que los horarios y el trabajo en fin de semana y festivos ha dificultado el acceso de las mujeres a la cocina profesional. EFE

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